El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, ratificó ayer su renuncia a ser candidato presidencial tras las primarias del martes pasado en Nueva Hampshire, en las que ocupó el cuarto lugar. (EFE)
Abandona el gobernador de Nuevo México su aspiración a la Presidencia de EU.
Bill Richardson, el único precandidato de origen hispano, desistió ayer de seguir luchando por la candidatura presidencial demócrata después de los malos resultados que registró en Iowa y Nueva Hampshire.
Elogió a todos sus rivales demócratas, pero no dio su respaldo a ninguno. Exhortó a los votantes a “estudiarlos de manera larga y reflexiva”.
Dijo que si bien estaba en desventaja en las encuestas, muchos de sus rivales se habían acercado a sus posiciones con respecto a Irak y la educación de la juventud, entre otros problemas.
Richardson, de 60 años, anunció su decisión en el Capitolio estatal y dijo que regresaba al “mejor trabajo del mundo” como gobernador de Nuevo México.
En el inicio del periodo regular de sesiones de la Legislatura estatal, dijo con una sonrisa, “he regresado”.
El gobernador de Nuevo México tenía una de las trayectorias más amplias de cualquier candidato presidencial de la historia, ya que fue en Washington, embajador ante la ONU y secretario de Energía del presidente Bill Clinton y diplomático por cuenta propia.
Como hispano, agregó un elemento de diversidad inédito a una contienda demócrata que incluye a una mujer y un negro. Pero Hillary Rodham Clinton y Barack Obama ocuparon en todo momento el centro de la escena, y Richardson nunca pudo competir con ellos ni con John Edwards.
Edwards fue el único que felicitó a Richardson por su campaña. Los demás precandidatos no se pronunciaron.
Richardson ganó por amplio margen sus dos periodos como gobernador, pero no podrá volver a presentarse en 2010.
Enfrenta Hillary dilema
¿Qué significa la simpatía en un candidato? ¿Y una candidata puede darse el lujo de ser simpática, sin poner en riesgo la necesidad de emitir una imagen de capacidad y dureza?
Cuando a Hillary Clinton le preguntaron en el debate de Nueva Hampshire qué le diría a los votantes que “titubeaban sobre el asunto de la simpatía”, fue como si le preguntaran a una chica de secundaria qué diría a los pretendientes que “titubeaban sobre el asunto de las citas”.
Pero la pregunta seguramente volverá a surgir a medida que la campaña se extiende a todo el país.
Y algunas mujeres están preguntando: ¿Se le pediría a un candidato varón que defendiera su simpatía? De todas formas, ¿qué significa la simpatía en un candidato? ¿Y una candidata puede darse el lujo de ser simpática, sin poner en riesgo la necesidad de emitir una imagen de capacidad y dureza?
En cuanto a Clinton, intentó quitarle fuerza a la pregunta con un poco de humor antes de lanzar su propia defensa: “Bueno, eso lastima mis sentimientos”, señaló. “Pero intentaré responder”.
Fue un enfoque que impresionó a Daniela Ioan, madre de dos hijos, quien vio el debate en una repetición, en su casa en Hamden, Connecticut. De hecho, fue el debate -en el que ella sintió que Barack Obama y John Edwards se unieron para atacar duramente a Clinton- lo que hizo que Ioan se decidiera a apoyarla.
“A ella (Clinton) no se le mide con la misma vara”, dijo Ioan. “Incluso si a uno no le cae bien, no debería ser escudriñada así. Sentí que yo tenía que hacer algo para ayudarla”.
La cuestión de la simpatía también irrita a Kate White, directora de la revista Cosmopolitan.
“Creo que es totalmente injusto”, señaló. “Ella es brillante, trabajadora, enérgica, evidentemente una gran madre porque crió a una hija deslumbrante, y según lo que dicen muchas personas que la conocen, divertida y cálida. No sé qué tiene de desagradable”.
Y la feminista Gloria Steinem siente que el asunto habla de “un rasero doble, tal vez triple (para medir a la gente)”.
“Aún no existe una forma ‘correcta’ de ser una mujer poderosa, y prácticamente no hay forma incorrecta de ser un hombre poderoso. Así, el estándar de simpatía en los hombres poderosos es increíblemente bajo, y el que se aplica a las mujeres es increíblemente alto”, escribió Steinem.
Respalda John Kerry a Barack Obama
El senador John Kerry, ex candidato presidencial del Partido Demócrata, anunció ayer que apoya la candidatura a la Casa Blanca del senador de Illinois Barack Obama, indicaron fuentes políticas citadas por medios estadounidenses.
Kerry, senador por Massachusetts, fue derrotado por George W. Bush en las elecciones presidenciales de 2004 y su respaldo a Obama puede traerle a éste un sector importante del voto independiente en el nordeste del país.
El aval de Kerry para Obama, anticipado por diarios como The Boston Globe, se sumará al anuncio hecho ayer por el Sindicato de Trabajadores Culinarios que, con 60 mil miembros en hoteles, restaurantes, casinos y lavanderías es el de mayor influencia política en Nevada, estado donde el Partido Demócrata hará su “caucus” el 19 de enero.
Asimismo, la sección de Nevada del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU) también anunció que apoya a Obama.
El joven senador de Illinois ganó los “caucus” o asambleas de Iowa la semana pasada, pero quedó en segundo lugar en las primarias de Nueva Hampshire, pese a que las encuestas vaticinaba su victoria.
Ambas organizaciones gremiales cuentan con una importante proporción de trabajadores inmigrantes.