Blanca Estela Monroy denunció ante los medios de comunicación ser víctima de agresiones por parte de su vecino. El supuesto agresor mostró las pruebas de que él había sido el agredido físicamente.
Con lágrimas en los ojos, tomándose las manos y con la voz entrecortada por los sollozos, ayer por la mañana Blanca Estela Monroy acaparó la atención de los medios de comunicación y de algunas autoridades al terminar la ceremonia de homenaje por el natalicio de Benito Juárez, se acercó al gobernador Ismael Hernández Deras para denunciar a un agente de vialidad que molestaba a su familia.
“Era primero preventivo y ahora es agente de vialidad, no nos deja de molestar. La esposa anda con los del PRI y todo el tiempo nos agrede, ya mi casa está toda destrozada, mi puerta del patio está toda suelta. A mis hijo los han estrujado los policías, a mi esposo lo han golpeado con armas largas, ya entraron a mi domicilio personas con pasamontañas. Solicité ayuda pero en lugar de eso detuvieron a mi esposo”, exclamaba Blanca Estela Monroy.
La acusación que realizó es contra Salvador Graciano Herrera, agente de vialidad, argumentando que éste ha aprovechado su cargo para realizar diversas agresiones sin que haya recibido ayuda de las corporaciones policiacas, al contrario, dice que la perjudican. “Ya fui con la licenciada de asuntos internos y me dice que ella no atiende chismes de vecindad, estoy pidiendo auxilio y que se haga justicia porque mis hijos están dañados psicológicamente porque la policía está para ayudar no para perjudicarnos”, dice la quejosa.
ANTECEDENTES
La denunciante dice vivir desde hace un par de años en la Calle del Rosal 202 de la colonia San Isidro, agregando que los problemas con sus vecinos de enfrente comenzaron desde ese momento porque sus hijos salían a jugar a la pelota en la calle y que a Salvador Graciano Herrera no le gustaba eso, por eso comenzó con amenazas primero contra los infantes y luego a ella.
“Yo estuve dos años sola porque mi marido estaba en Estados Unidos, y él me agredía con groserías. Hay otra que se llama Ana, que es cuñada de él y es policía, me agredió a golpes. No entiendo porqué no hacen nada. Él tiene ayuda de todo mundo y nosotros no”.
Según Blanca Estela, la última agresión que recibió fue el pasado viernes 14 de marzo cuando regresaba a su domicilio en su vehículo en compañía de sus hijos, “íbamos llegando cuando cerca de 30 personas, que son familiares de él y que viven en la misma calle, nos cerraron el paso. Uno de ellos me aventó una piedra en el parabrisas y nos empezaron a gritar, nos querían linchar y decían que esto no se iba a quedar así y que nos bajáramos porque nos iban a matar”.
Denunció además que su esposo ha sido golpeado por agentes miniesteriales, que han ingresado a su casa y han detenido a su hijo de tan sólo 12 años de edad, esto a petición de Salvador Graciano Herrera empleando a sus conocidos en el medio. “Ya hay muchas denuncias hacia él y no le hacen nada, temo por la vida de mi esposo y de mis hijos”.
“Espero que me ayuden porque lo único que quiero es paz y tranquilidad en mi casa, y que me paguen los daños que me han causado”, concluyó.
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El agente dice ser el agredido
Por su parte, el agente de vialidad Salvador Graciano Herrera dio respuesta a las acusaciones de su vecina, aclarando que Blanca Estela Monroy está apenas por cumplir un año en ese domicilio, mientras que él tiene ya 18 años de residir en la Calle del Rosal 205. “Mi esposa tiene un negocio de comida afuera de la casa, por eso les pedía a sus hijos que jugaran en otra parte, no hacían caso y lo más que hice fue quitarles la pelota”.
Según el acusado, los problemas se agravaron a partir de la llegada del esposo de Blanca Estela de Estados Unidos, pues era éste quien increpaba a los vecinos mediante insultos y retándolos a golpes. “La señora agredió verbalmente a mi esposa, por eso llamé a la policía, pero entonces el señor se puso a gritar desde adentro de la casa insultándome y provocándome. Los policías le pedían que se calmara y él se burlaba porque no podían entrar a la casa sin orden de cateo”.
Negó además tener más familiares en la calle en mención y que la cuñada de Blanca Estela les había puesto en aviso de que eran una personas muy problemáticas y que por eso se habían ido a vivir a la colonia San Isidro. “El viernes pasado (14 de marzo) me echó el vehículo encima con la intención de atropellarme pero solo me hizo perder el control, uno de sus acompañantes me tomó por el tobillo y me arrastraron con el carro. Es a ellos a quienes no quieren los vecinos, todos tienen problemas con ellos por culpa de la señora”.