Recientemente se conformó el Grupo de Educación para la Salud con la intención de atender y fomentar las denuncias que haya en este sentido.
SOCIAL
Hay altos índices de maltrato hacia las féminas en Sombrerete; por ello, es necesario actuar e instrumentar medidas preventivas.
Sombrerete, Zac.- Para contribuir a disminuir los altos índices de violencia intrafamiliar y contra las mujeres entre la población más vulnerable, quedó constituido el Grupo de Educación para la Salud con el fin de captar todas las denuncias del sector salud y las instituciones educativas.
Apoyo. En reunión celebrada en las instalaciones del Centro de Salud acudieron representantes del Ayuntamiento, del Hospital Regional, del Colegio de Bachilleres, CBTIS 104, Grupo Peñoles y la Jurisdicción de Servicios de Salud de Fresnillo y representantes de Cepavif Sombrerete.
Violencia. Ante los altos índices de violencia en el municipio, ya que hasta el momento el Cepavif lleva registrados alrededor de 410 casos en año y medio, se instrumentó esta medida preventiva.
Se pretende captar a la población más vulnerable para lograr mayor equidad y equilibrio entre las regiones del municipio enfocados en crear ambientes que favorezcan la salud y combate a la violencia familiar y de género.
Se pretende captar la demanda oportuna de las mujeres que viven en violencia familiar y de género en las unidades de atención a la salud del Sistema Nacional de Salud y se reportarán al Cepavif.
Se establecerá un inventario de organizaciones e instituciones que prestan los servicios de refugio a mujeres que vivan en violencia extrema.
Actividades. Asimismo, este grupo desarrollará habilidades personales e intersectoriales y se reforzará la acción comunitaria. La promoción de la salud se centrará en cuatro puntos:
La prevención para propiciar la creación de ambientes saludables; detección de casos para fortalecer la participación comunitaria; referencia de casos para mejorar capacidades individuales, y la participación social con un grupo promotor de salud para prevenir la violencia familiar y de género.
Las trabajadoras sociales de Cepavif señalaron que el principal objetivo es reducir la prevalencia y severidad de los daños a la salud causados por la violencia contra las mujeres con particular énfasis entre aquellas que se encuentran en situación de mayor riesgo o vulnerabilidad.
Campaña. Señalaron que habrá una campaña masiva donde se difundirán los derechos de las personas a vivir una vida libre de violencia. Se aplicarán en las diversas instituciones procedimientos de detección rutinaria en casos de violencia familiar encaminada a las personas de 15 años o más.
Se brindará capacitación al Grupo de Salud y directivos sobre los procedimientos de detección sistemática y suficiente de la violencia familiar y de género.
Se difundirá entre los jovencitos de 15 años o más las formas que adopta la violencia familiar y de género, y sus posibles consecuencias a corto, mediano y largo plazos.
Por Brisia Arlette Ramírez
ESD
DATOS
A un año y meses de su creación el Cepavif ha recibido 410 denuncias de violencia intrafamiliar y de género en Sombrerete.
El objetivo es reducir los índices de prevalencia y severidad de los daños a la salud causados por la violencia contra las mujeres.
Señalan las encargadas del Cepavif, comandadas por Marisol Duéñez, la violencia tiene su origen en una cultura mal entendida.
Participan Cepavif, Centro de Salud, Hospital Regional, Ayuntamiento, la empresa Peñoles e instituciones educativas.
Corregir con educación
Las instituciones como el Cepavif (Centro de Prevención y Atención contra la Violencia Intrafamiliar) e Inmuza (Instituto de la Mujer Zacatecana) señalan que hay una cultura ancestral mal entendida en Sombrerete, Chalchihuites y Jiménez del Teúl donde los hombres aprendieron que hay que pegarle a la mujer para corregirla y la mujer vive sojuzgada sin voz ni voto.
Hay mucho trabajo qué hacer en las comunidades para darle voz a la mujer y las campañas van encaminadas a difundir la forma en que pueden defenderse, ya que hay agresiones físicas muy fuertes y en otras se utilizan cinturones, látigos o cables de acero para dañarlas. Muchas ya están rompiendo el silencio y han denunciado a sus esposos y cuentan con protección jurídica y albergue o refugio en caso de que el cónyuge la saque del hogar.
