Niñas y niños, apoyados por sus padres, elaboraron una variedad de platillos sanos en alusión al Día Mundial de la Alimentación que se conmemoró el pasado jueves, en el que también se estableció una clara diferencia de éstos con la comida “chatarra” a la que tienen un fácil acceso.
Las actividades tuvieron lugar en el patio de la escuela primaria Francisco Sarabia, donde los pequeños enfatizaron en la importancia de alimentarse sanamente y dejar a un lado lo que más les gusta: refrescos, papas fritas, golosinas y postres.
El personal del centro de salud Isauro Venzor de esta ciudad, fue el encargado de coordinar la conmemoración, y que además se encargó de evaluar los platillos presentados, entre los cuales destacaban las ensaladas de frutas y verduras, pollo cocido y alimentos bajos en grasas, principalmente.
La responsable de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos, Rosa Lilia López Moreno, informó que la conmemoración tuvo como propósito resaltar entre los niños y sus padres, la importancia del “plato del bien comer”, el cual es una representación gráfica propuesta para México en el proyecto de Norma Oficial Mexicana, para brindar orientación acorde a las necesidades y características de los mexicanos, puesto que incluye alimentos que se acostumbra consumir en este país.
El “plato del bien comer” incluye el consumo de verduras y frutas en mayor cantidad y, en contraste, sugiere comer pocos alimentos de origen animal, así como su combinación con leguminosas y cereales.
Además, se evita dar recomendaciones de cantidades, puesto que las necesidades nutrimentales difieren en forma notable, dependiendo de la edad, el tamaño corporal, el sexo, actividad física y el estado en el que se encuentra cada persona (crecimiento, embarazo o lactancia.)
Aunado a la exhibición de los platillos, los alumnos de la escuela contrastaron la comida sana con aquella que no da ningún aporte nutrimental, la llamada “chatarra”, para lo cual expusieron envolturas de papitas, golosinas aciduladas y toda clase de productos que tienen a su alcance en las tiendas de la esquina e incluso, en las propias escuelas.
A ese respecto, López Moreno dijo que existe una coordinación con las autoridades educativas, para que poco a poco se eliminen estos productos de las cooperativas escolares y optar por aquellos alimentos que realmente les sirvan a los pequeños en su desarrollo.
Malos hábitos de consumo
Más que el factor económico, la mala alimentación en nuestro país está directamente relacionada con los hábitos de consumo en los que se privilegia la facilidad de la comida preparada, por encima de aquella que implica un mayor esfuerzo de elaboración pero que es más saludable.
Rosa Lilia López Moreno consideró que las madres de familia no tienen que gastar mucho para alimentar a sus hijos sanamente; el problema, dijo, es que con el pretexto de las ocupaciones y el ritmo de vida acelerado, ahora se recurre a la comida ya elaborada que en ocasiones, resulta mucho menos nutritiva y más costosa que cocinar verduras o pescado.
Los malos hábitos alimenticios se han visto reflejados en un disparo de los casos de gastritis y colitis infantil, pues además se les permite el consumo de chiles y golosinas aciduladas que, aunado a los ayunos prolongados y a la poca calidad nutrimental de los alimentos, agravan estos padecimientos.
“Hemos registrado casos de gastritis hasta en pequeños de nueve años, con cuadros de dolor que los obligan a quedarse internados en los hospitales, y todo esto se debe al descuido de su alimentación, vital para el crecimiento”, dijo.
Desde luego, también están relacionados con los altos índices de obesidad infantil, de los que Durango y la Región Lagunera no están exentos.
