El presidente cubano, Raúl Castro, anunció que conmutará la sentencia a muerte a un número indeterminado de presos.
Raúl Castro anuncia fin de interinidad y llama a celebrar congreso comunista.
El presidente cubano, Raúl Castro, anunció ayer el fin de la provisionalidad que vive el país desde que enfermó en 2006 el líder cubano, su hermano Fidel Castro.
Raúl Castro también anunció que el Partido Comunista celebrará su VI congreso en 2009 y que su Gobierno beneficiará con la conmutación de penas de muerte a varios presos comunes.
En su primera comparecencia oficial desde que fue elegido presidente el pasado 24 de febrero, el general Castro indicó ayer, en el VI Pleno del Comité Central del Partido Comunista (PCC), que el Buró Político “considera necesario” que el máximo órgano partidario sea convocado tras doce años sin reunirse.
Raúl Castro indicó que el Buró Político propondrá reunir el congreso a fines del segundo semestre de 2009, aunque la convocatoria oficial “se dará a conocer en el momento oportuno”.
El también segundo secretario del PCC (el primero es Fidel Castro) subrayó que los acuerdos adoptados ayer “dan fin a la etapa de provisionalidad iniciada el 31 de julio de 2006, con la proclama del comandante en jefe” (en la que delegó sus poderes).
Esa etapa de interinidad duró “hasta el mensaje en que (Fidel, de 81 años) nos expresó su propósito de ser sólo un soldado de las ideas” (el pasado 19 de febrero), agregó Raúl, de 76 años. Tras anunciar eso, dio a conocer la conmutación de la pena de muerte a varios presos comunes -de quienes no dio detalles-, que recibirán a cambio condenas perpetuas o a 30 años.
“Esta situación se produce principalmente por la política aplicada desde el año 2000 de no ejecutar ninguna sanción de este tipo, la que sólo fue interrumpida en abril de 2003 para frenar en seco la oleada de más de 30 intentos y planes de secuestro de aviones y barcos alentados por la política de Estados Unidos”, agregó.
Adelantó que el Tribunal Supremo tiene pendiente tramitar recursos de apelación de tres acusados, “que serán analizados próximamente”, dijo Castro, y mencionó a un salvadoreño y a un guatemalteco acusados por actos terroristas con bombas contra hoteles en 1997.
El tercer caso es el del cubano-americano Humberto Real Suárez, condenado en 1996 por asesinar dos años atrás a Arcelio Rodríguez, funcionario del Partido Comunista.
“Sólo puedo afirmar, dentro de nuestras prerrogativas, que la decisión final del Consejo de Estado no estará en contradicción con la política expresada anteriormente”, dijo Raúl Castro.
No obstante, precisó que esta decisión “no significa” que se suprima “la pena capital del código penal”, ya que resultaría “ingenuo e irresponsable renunciar al efecto disuasivo que provoca la pena capital en los verdaderos terroristas, mercenarios al servicio del imperio”.
Castro también se refirió al vecino del Norte y advirtió: “Si la extrema derecha en los Estados Unidos logra imponerse nuevamente en las elecciones de noviembre (...), el clima mundial de inestabilidad y violencia continuará presente y pudiera incrementarse con efectos directos contra nuestro país”.
Calculan que 30 reos serán beneficiados
La Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN) calculó ayer que el anuncio del Gobierno que preside Raúl Castro sobre la conmutación de penas capitales a delincuentes comunes beneficiará a unas 30 personas que aguardan en el corredor de la muerte.
Elizardo Sánchez, líder de la CCDHRN (considerada ilegal en Cuba), indicó que “se van a beneficiar como 30” reos que están en “siete prisiones de máxima seguridad”, algunos de ellos con más de diez años de espera para su ejecución.
Sánchez afirmó que “no es la primera vez que se conmutan penas de muerte en Cuba” y recordó que “bajo el actual Gobierno se han condenado a miles y miles de personas, y, según algunos analistas, por lo menos entre 3,000 y 5,000 a la pena máxima, y en algunos casos se han conmutado esas condenas”.
El grueso de esas condenas se dictó en las décadas de los sesenta y setenta, precisó.