Un total de 15 personas del ejido Guadalupe Victoria de este municipio, desde hace varios días instalaron unas chocitas sobre el cerro Guadalupe, porque el agua del río Nazas ya los rodea. A pesar de todo tipo de penurias y peligros, viven ahí para salvar sus vidas y pertenencias.
Los habitantes que se establecieron en la loma saben que de ocurrir un desbordamiento, sería el primer poblado afectado por una inundación. Las casitas las formaron con troncos de madera y sobre ellas, hules que por el aire registrado ayer, parecía que emprenderían el vuelo irremediablemente.
Doña Emilia Rojas Montoya, viuda de Salas, habita una de las chocitas a donde llevó dos camas y otros muebles, lo más indispensable. También María Ramírez Rentería y Jesús Barrientos dejaron su humilde vivienda de adobe para irse al cerro inhóspito por las múltiples nopaleras, rocas y fauna nociva.
“El miedo es horrible y como nosotros estamos muy cerca del río estamos más seguros aquí, incluso a pesar de estar expuestos a la picadura de un animal o la lluvia”, dijo la mujer.
Se quejaron de las autoridades municipales por el abandono en que se encuentra este ejido, mismo que es el último de Matamoros, por cierto, se sitúa a una distancia de 40 kilómetros de la ciudad.
“Hace poco hubo una tromba y como tres casas se cayeron, la mía fue una de ellas, perdí los muebles, ahora la levanté otra vez, pues los del Gobierno no me ayudaron y por eso ahora mejor saqué todo y estoy en otro montículo para evitar la tragedia que se avecina”, expuso Sanjuana Ramírez Flores, quien agradecería a las autoridades hule para colocarlo sobre la estructura de madera que está por elaborar.
“Aquí nada nos ofrecen los de la Presidencia, por la televisión vemos que en Torreón les dan hule, agua embotellada y hasta cobijas y aquí, hasta hoy vinieron a ver cómo estamos”, expuso Sanjuana luego del diálogo que ayer tuvo con Francisco de León Aguilera, de Protección Civil del Ayuntamiento.
De León Aguilera informó a la gente sobre la situación del nivel del río Nazas y les dijo que todo estaba bajo control, también recibió a una comisión del Gobierno del Estado que ayer llegó en camionetas, una cargada de despensas y otra con palas y escobas para repartirlas entre la gente de este ejido así como de La Luz, La Libertad y Rancho Grande.
