EJERCICIO FÍSICO Y TABAQUISMO
Con el término del primer mes de este año y la llegada del tradicional Día de la Candelaria (espero que haya pagado los tamales, si es que se sacó el niño) y que siga perseverando en sus propósitos de Año Nuevo, dentro de éstos pudo usted haber considerado el dejar de fumar.
Si usted no se ha decidido a abandonar este hábito, a continuación le comentaré de los beneficios en pro de su salud y de las consecuencias que se observan en los fumadores. Es común una reducción en la capacidad aeróbica en comparación con no fumadores de la misma edad, aunque es probable que refleje diferencias en el estilo de vida y en el nivel de actividad física realizada. La inhalación de tabaco produce de forma inmediata disminución de la capacidad aeróbica debido a la reducción de la capacidad de transporte de hemoglobina por la sangre cuando está combinada con el monóxido de carbono del humo, se observan además cambios fisiológicos notorios en las estructuras finas del pulmón que pueden ser reversibles con el ejercicio físico cuando éstas inician.
Son frecuentes las infecciones respiratorias crónicas y que por este motivo se tenga menor tolerancia al ejercicio. Aun cuando las causas de esta intolerancia son múltiples es común observar que la falta de entrenamiento de los músculos de los miembros inferiores contribuya a este déficit, por este motivo se recomienda insistir en este aspecto cuando se inicia la rehabilitación pulmonar.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica es la alteración más común producida por el tabaquismo, sin embargo es posible la aparición de tumores por cáncer, lo que ocasiona la extirpación del pulmón afectado.
El plan de rehabilitación para estas enfermedades se divide en actividades aeróbicas y de fuerza, una se beneficia de la otra cuando se entrenan grandes grupos musculares, el objetivo de la rehabilitación es mejorar la capacidad de llevar a cabo ejercicios submáximos, la mayoría de los programas de ejercicio ponen más énfasis en el entrenamiento de la resistencia aeróbica. Este entrenamiento se puede llevar a cabo con trote o caminatas en campo o en aparatos como bicicletas y bandas.
El cumplimiento de programas de ejercicio adecuadamente diseñados mejora la capacidad oxidativa y la capilarización de las fibras musculares, mejorando la resistencia física y aumentando en consecuencia la capacidad ventilatoria y la aceptación de un esfuerzo submáximo; al entrenarse los grandes grupos musculares se observa un aumento más rápido del gasto cardiaco al iniciar el ejercicio y por lo tanto una mejor oxigenación en todos los niveles, y se recuperan las facultades gustativas y olfatorias.
En conjunto todos estos efectos se traducen en un aumento tanto del consumo máximo de oxígeno como de la capacidad aeróbica, entendiendo a ésta como la carga de trabajo que se puede sostener por periodos prolongados, se reducen síntomas como la disnea (dificultad para respirar) y la fatiga de las piernas.
Evite pues la posibilidad de padecer alguna de las enfermedades antes mencionadas, regrese a la sana costumbre de una actividad física, inicie un plan orientado a la mejoría de sus capacidades, el ejercicio evitará además la posibilidad de aumentar de peso, problema común al dejar de fumar.
Por último, los amantes de la tauromaquia están de fiesta, y no es por demás, esta taurinísima semana inicia con el tradicional festejo de aniversario de la Plaza México el día cinco de febrero y continúa con la esperada inauguración del Coliseo Centenario, con carteles dignos de los mejores cosos del mundo que nos hacen recordar grandes momentos de la fiesta brava en La Laguna, felicidades al matador Arturo Gilio y a todos los aficionados laguneros. ¡Hasta la próxima!.