FUTBOL FEMENIL
Estimados amigos, en esta ocasión les comento sobre el futbol femenil, tema que merece una consideración especial dentro del ámbito de la medicina deportiva. A pesar del resultado adverso de 5-0 de nuestra Selección Nacional contra el representativo de Brasil ayer en el Mundial Femenil Sub-20, que se celebra en la República de Chile, nuestras jugadoras mostraron un gran espíritu de lucha ante un equipo brasileño verdaderamente imponente.
La difusión de este deporte entre el sexo femenino es importante y tal vez subestimada, ya que en lo personal he tenido agradables charlas con damas muy bien enteradas en cuanto al tema, ofreciendo opiniones técnicas muy bien orientadas y dominando incluso conocimientos de otras ligas en el mundo.
Por los años setentas aparecen los primeros indicios del futbol femenil en nuestro país, al desarrollarse el mundial de la especialidad después del México’70. Los nombres de algunas de las representantes se hicieron populares, por citar alguno, el de la “Peque” Rubio. Posteriormente viene un largo periodo en que las noticias y la difusión de la participación de las selecciones femeniles fue diluyéndose, hasta que aparece Leonardo Cuéllar, quien por largo tiempo dirigiera a la Selección, apareciendo en este periodo jugadoras como Maribel Domínguez, quien por sus cualidades futbolísticas emigrara al futbol español con el club Barcelona.
En nuestro país existe una liga de futbol femenil, fundada en el año 2003, el nombre de La Laguna está representado por dos equipos que tienen su sede en el Distrito Federal, los cuales son Guerreras Laguna y Santos Laguna. En tanto, en nuestra región cada vez es mayor la participación de jovencitas en diferentes equipos representativos de instituciones educativas, así como una gran cantidad de conjuntos que participan en ligas locales.
Apenas hace dos semanas se celebró el torneo Copa Alemán, en el que los equipos del Colegio Carlos Pereyra, Colegio Inglés y el anfitrión Colegio Alemán ocuparon los lugares de honor, y tuve oportunidad de observar algunas pequeñas futbolistas con grandes cualidades. Entre lo destacable está el amor por el deporte y el gran valor que muestran a su corta edad. La participación de los padres es fundamental apoyando a sus hijas y consolándolas en el dolor de la derrota.
Es tiempo de apoyar el deporte en cualquiera de sus ramas, indistintamente de tratarse de representaciones varoniles o femeniles. En un momento en que la crisis de valores alcanza su máxima expresión, el deporte nos dará siempre mejores ciudadanos y personas. ¡Hasta la próxima!
