Estimados amigos, la temporada navideña y la reunión con los amigos alrededor de un buen café nos lleva a diferentes temas, que por lo regular desembocan en nuestro gusto por la tauromaquia y con la inevitable polémica.
Se dice, por una parte, que la fiesta está en crisis y se rebate por un grupo apoyándose en la cantidad de festejos taurinos que se programan a lo largo de la República, y se contraataca por otros al referirse a la ausencia de figuras en la baraja taurina, al menos en nuestro país, ya que en la actualidad seguimos en espera del estirón de varios matadores mexicanos.
Cierto es que de años a la fecha no tenemos quién cruce el Atlántico para dar la pelea, salvo una breve temporada de Eulalio López “Zotoluco” y las campañas para tomar la alternativa de Joselito Adame y el “Payo”. Lo que representa un número reducido de matadores, teniendo en cuenta que los dos últimos tienen apenas entre uno y dos años de alternativa, y en comparación a los que llegan de España como Enrique Ponce, Julián López “Juli”, José Tomás, Morante de la Puebla, el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, Manuel Caballero e incluso de Francia, como es el caso de Sebastián Castella, por citar algunos.
El sólo nombrar a los matadores Ponce, el “Juli” y José Tomás despierta la pasión y nos remonta al antecedente que tenemos por referencias de antiquísimas crónicas de los enfrentamientos entre José Gómez “Joselito” y Rodolfo Gaona, en donde Juan Belmonte apenas aparecía como complemento de cartel. Hago referencia a estos precursores del toreo, ya que los dos primeros representaban el clasicismo taurino, en tanto, Belmonte, la revolución completa del toreo. Cuenta la historia que en un cartel de la corrida del Montepío, un 21 de junio en Madrid, y durante la lidia del quinto de la tarde, de nombre “Espumoso”, Joselito invita a Gaona a cubrir el tercio de banderillas, cubriéndolo de manera admirable, lo que llevó a los aficionados a pedir un mano a mano entre estos dos grandes referentes del toreo, con el grito de “los dos solos”; no contaban con “Barbero” sexto y último de la lidia a quien Belmonte realizó una gran faena saliendo a hombros y borrando por completo a sus alternantes.
Las recientes actuaciones de José Tomás en Madrid y en Barcelona nos hacen evocar estas antiguas crónicas, cierto es que los reflectores apuntan hacia Ponce y el “Juli” como en su momento lo hicieron con “Gallito” y Gaona, pero no tomaron en cuenta la revolución, el refresco y el valor sin par de Belmonte, es por eso que de la misma forma tendremos que ver al Príncipe de Galapagar. En lo personal, amigo aficionado, le preguntaría por su preferencia, ¿quisiera usted ver a Ponce y al “Juli” o disfrutar a José Tomás?
El próximo enero y la segunda parte de la temporada grande, después del receso navideño, nos puede ayudar a tomar la decisión al tener en las fechas grandes de la temporada la posibilidad de ver a estas grandes figuras del toreo actual, puede usted de igual forma pedir su regalo a Santa Claus o a los Reyes Magos para poder gozar de la actuación de estos grandes toreros.
Aprovecho la alegría de estas fechas para desearles una muy feliz Navidad y que el amor de Jesús viva siempre en sus corazones. ¡Hasta la próxima!