Más del 3 por ciento de encuestados en España aseguró haber consumido cocaína en el último año, y el 1.6 por ciento dijo haberla tomado en el último mes. (Archivo)
El consumo de cocaína en España se mantiene en altos niveles, por encima del tres por ciento, situándose a niveles superiores al de Estados Unidos y cuadruplicando la media europea.
Sin embargo, en el país ibérico ha descendido el consumo del tabaco, alcohol y cannabis, de acuerdo con datos de la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) 2007-08.
Según las estadísticas desprendidas de EDADES, más del 3 por ciento de los encuestados aseguró haber consumido cocaína en el último año, y el 1.6 por ciento dijo haberla tomado en el último mes.
Asimismo, el consumo experimental de dicha sustancia aumentó del 7 al 8 por ciento.
Por el contrario, el consumo del alcohol descendió del 14.9 al 10.2 por ciento, lo que constituye la cifra más baja en diez años y el de cannabis se redujo 1.6 puntos con respecto a 2005.
En cuanto a la cannabis, el consumo diario de esta sustancia se situó por debajo del 2 por ciento, mientras el 7.1 por ciento de los encuestados aseguró haberla fumado en los últimos 30 días. La encuesta también reveló que en España ha descendido la tasa de fumadores diarios, que se situó por debajo del 2 por ciento.
En lo que respecta al consumo de heroína, éste se mantiene en niveles inferiores al 0.1 por ciento, mientras se estabiliza el de éxtasis, anfetaminas y otras drogas sintéticas.
Para diversos especialistas españoles esta prevalencia en el consumo de cocaína se debe al éxito social con que se la relaciona, aunque cerca de la mitad de los ingresos hospitalarios que se producen por consumo de drogas se atribuye a la cocaína. El catedrático de Sociología de la Universidad de Granada, Julio Iglesias de Ussel, afirmó que “las sociedades actuales son muy diversificadas y por lo tanto son heterogéneos los impulsos para el consumo de drogas”.
FRIVOLIDAD
El sociólogo dijo que en España “se ha frivolizado el consumo”, ya que se ha “presentado en ocasiones como signo de modernidad, juventud y éxito”. De Ussel matizó que “si a eso se añade la pérdida del valor del esfuerzo en la escuela, las crisis familiares y los muy tardíos intentos para implantar políticas de prevención, se forma un conglomerado que facilita éste y otros males sociales”.
Por su parte, el psiquiatra de la Unidad de Desintoxicación del Servicio de Psiquiatría del Hospital madrileño Gregorio Marañón, Jesús Pascual, aseguró que los datos en cuanto a número de pacientes adictos a la cocaína se mantienen.
Subrayó que “el 99.99 por ciento” de los cocainómanos a los que trata son politoxicómanos, es decir, “siempre la consumen acompañada de otras sustancias como alcohol, benzodiacepinas o metadona”.Rechazó haber no tado un descenso en su consulta de consumidores de alcohol, de la que dijo ser “la droga que afecta a más órganos y la que mayor trastornos neuro-psiquiátricos produce”.
En cambio, reconoció enfrentarse a menos casos de adicciones a la cannabis, una droga de efectos negativos subestimados entre los consumidores, “causante de que aparezcan cuadros de ansiedad y de síndrome amotivacional”.
