Rumores hechos realidad.
Hablando en términos muy generales, la realidad esta compuesta de dos elementos: los hechos (los cuales son objetivos y fácilmente comprobables) y las suposiciones (las cuales son subjetivas). ¿Que son hechos y que son suposiciones? Por si misma esta cuestión es muy subjetiva: lo que para una persona es con claridad un hecho, para otra es con la misma claridad, una suposición.
Siempre se ha dicho que la información es poder y además, reconocemos que la comunicación informal dentro de la empresa, alimentada por rumores y chismes, es inversamente proporcional a la cantidad y calidad de la comunicación formal de esa empresa. En las empresas, cada una de sus áreas, con su director al frente, debe transmitir un estilo de comunicación eficiente ya que las herramientas formales deben estar claramente definidas para que el personal sepa qué puede y no puede hacer en este sentido.
Los rumores y chismes surgen con mas frecuencia cuando existen lagunas en la información que se transmite hacia abajo, por ello, cuando el director general se reúne con sus directores de área en el comité de dirección, la minuta o acta resultante de cada reunión debe revisarse con sumo cuidado a fin de homogenizar la información transmitida por cada director a sus colaboradores. Cualquier tergiversación u omisión voluntaria o involuntaria, puede provocar un rumor y cuanto más tiempo pasa una vez que éste se da, más difícil resulta cortarlo.
Por lo general, los rumores y chismes más peligrosos se refieren a las personas. En el mercado negro de la información, se trafica con las palabras. Se mezcla algo de verdad con un poco de exageración, se añaden unas gotas de malicia, se desvirtúa el motivo y se agita con fuerza. El cóctel resulta explosivo, sólo falta ponerlo en circulación eligiendo el canal adecuado, a través de la persona apropiada que nunca falta en toda organización y en el momento oportuno.
Cuanto daño han ocasionando los rumores, chismes y comentarios mal intencionados, las personas que los hacen, están marcadas por sus inseguridades internas; viven con el animo de crear divisiones e inestabilidades contra personas honestas, que se entregan a una obra, un servicio o un trabajo, y que los realizan de una manera integra, transparente y participativa, con el único objetivo del bien de una empresa, de la sociedad o de la comunidad.
El rabino Stephen Baars dijo:"Hay buena comida y mala comida. Hay buena conversación y hay mala conversación. Así como algunas cosas no son saludables pero tienen buen sabor, así también hay algunas conversaciones muy jugosas de las cuales no debemos participar. No hay nada tan rico como un buen chisme. El chisme seduce y atrae. Superficialmente, los chismes parecen no ser dañinos, aparecen como un crimen sin víctima, sin embargo, el chisme está empaquetado sin calorías, ¡y es más peligroso que el colesterol!".
El rumor y el chisme se presentan en todas partes; en los barrios no faltan las personas encargadas de propagar las novedades en el vecindario, en una especie de "globalización vecinal"; y con ese criterio, hurgan en todo lugar para enterarse de lo que hace cada quien, para luego en un alarde narrativo, contar cada historia en forma novelesca, aumentada o transformada. Muchas veces, la persona chismosa parece conocer las debilidades de su interlocutor y la historia se la cuenta con un argumento apropiado a lo que éste quiere escuchar y al final le dice el consabido “no se lo vayas a decir a nadie”. El recién enterado sale urgido de encontrar a alguien a quien contarle de inmediato, corregido y aumentado, el chisme que acaba de escuchar
La habilidad para el rumor y el chisme en las empresas, se presenta en aquellas personas que no quieren ascender en la organización a base de meritos propios, sino que quieren trepar al precio que sea, y con chismes y rumores, en las empresas donde falla la buena comunicación, les resulta rentable la estrategia que siguen.
La experiencia de la vida y la lectura de alguno que otro afortunado libro es lo único que nos puede ayudar a luchar contra los chismoso y su rara habilidad para fabricar rumores. Casi siempre, el objetivo de los rumores en las empresas son las buenas personas que cometen un error que los chismosos magnifican para su propio provecho.
El chisme también puede ser utilizado desde la dirección general o desde la cima de cada área como “globo sonda”. Antes de tomar una decisión importante, se lanza hacia abajo una información para que llegue a la base y vuelva enriquecida con las opiniones de los distintos niveles jerárquicos involucrados en ella.
Cada área (incluyendo la dirección general) siempre debe tener una o varias personas que sean los ojos y los oídos de su director allá donde éste no puede llegar por su posición jerárquica. Cuanto más arriba nos encontramos en el organigrama, de menos cosas nos enteramos y, puede llegar un momento, en que estemos tan alto, en permanente levitación, saliendo de una junta para entrar a otra y tan ocupados planeando estrategias a medio y largo plazo pero que, en total desalineación con la realidad, ignoramos por completo las expectativas y necesidades de las personas que tienen que llevarlas a cabo.
Los dichos mexicanos son tajantes respecto a los rumores y chismes: “Si el río suena, agua lleva” y “El que calla, otorga”. Poco podemos hacer ante tal disyuntiva, si hablamos echamos leña al fuego y si callamos, afirmamos con nuestro silencio. Creo que es preferible callar o, si ello no es posible, hablar lo justo solamente, “no dar feria de más”. Cuanta más información demos, más lagunas encontrarán los receptores y, es evidente que, cuantas más lagunas haya, más inspiración les llegará a los chismosos cuando transmitan la información para rellenarla con sus necesidades y expectativas.
En la política, los rumores y los chismes tampoco faltan y se presentan con una variante, como lo dijo John F. Kennedy: “Los rumores suelen hacerse realidad cuando son desmentidos ofic