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CONTEXTO LAGUNERO

JUAN MANUEL GONZALEZ

Personas ordinarias con resultados extraordinarios.

El escritor y futurista Alvin Toffler dijo en 1990: “Los países y las personas pobres se diferencian de los ricos no sólo por tener menos capital, sino también por poseer menos conocimiento”. La característica revolucionaria del conocimiento es que también el débil y el pobre pueden adquirirlo. Es un hecho indiscutible que el conocimiento se ha convertido en el recurso de una empresa u organización, ello nos permite hablar de "Capital Intelectual" el cual, ya se está reflejando en los balances de muchas organizaciones. El capital intelectual es la suma de todos los activos intangibles. Se origina a partir de competencias individuales compartidas y generando estructuras tanto internas como externas.

Las nuevas tecnologías están permitiendo un cambio absolutamente radical: la verdadera democratización del conocimiento. Hoy cualquier persona en el mundo, por primera vez en la historia de la humanidad, puede tener acceso al mejor conocimiento acumulado por toda nuestra civilización. Al teléfono le tomó mucho tiempo llegar a la mayoría de los hogares. Bastante menos tiempo le tomó a la radio y todavía mucho menos a la televisión, primero la de blanco y negro y luego la de color, sin control remoto, y luego con él; primero analógica, y luego digital. Las computadoras personales son el nuevo juguete que en apenas algo más de una década están transformando al mundo. En Estados Unidos cada familia tiene al menos un teléfono, una radio y una televisión a color, el 60 por ciento de las familias posee computadoras personales (PC) y el 40 por ciento tiene acceso a Internet. Se espera que en unos años cada casa también tenga acceso a la Internet directamente y a través de la biblioteca pública local o de las oficinas de correo.

La misma tendencia se está viendo alrededor del mundo, aunque con algo de retraso en los países más pobres. Sin embargo, gracias a la dramática caída en los precios y al aumento en la potencia de las computadoras, muy pronto será posible tener una excelente PC por menos de $3,500.00 o una terminal con acceso a Internet por tan sólo $600.00. El conocimiento compartido se multiplica en vez de dividirse. Cuando los recursos físicos o financieros se reparten hay que dividirlos. Pero cuando el conocimiento humano se reparte, éste se multiplica.

El único recurso que aumenta su valor cuanto más se usa es el recurso humano. Mientras que los otros activos o recursos se desgastan, se deprecian, o simplemente se acaban; el recurso humano no sólo se multiplica sino que además adquiere más valor mientras más se utiliza. Mientras más retadores son los proyectos, quienes participan en ellos aprenden más y se preparan mejor para los siguientes proyectos. En el mundo de la inteligencia pensar es la capacidad fundamental. Mientras más se piensa, más valor se crea y más conocimiento se comparte.

La revolución del conocimiento hace que no solo la informática y las telecomunicaciones sean importantes, sino también la biotecnología, la microelectrónica, la robótica, la neurología, la aeronáutica, los nuevos materiales, etcétera. Es importante tener presente que la ventaja no es de quien tiene la tecnología sino de quien la utiliza. No importa quien invente o desarrolle las nuevas tecnologías siempre y cuando nosotros también las sepamos aprovechar. No debemos olvidar el ejemplo de Japón, comenzó copiando toda su tecnología y actualmente es uno de los países de vanguardia. Hace 40 años Japón producía productos de mala calidad y hoy crea, entre muchas otras cosas de alta calidad, muchas de las mejores computadoras del mundo. Para lograr algo siempre lo primero es comenzar a luchar por ese algo, y no importa si es desde muy abajo. Lo importante es comenzar con la educación y cuanto antes, es mejor.

En un entorno de cambios tan rápidos y numerosos donde la adaptabilidad, la innovación y el aprendizaje son continuos y vitales, es indispensable que las empresas sean inteligentes, que se esmeren en aprovechar todas las capacidades de sus empleados, todas las posibilidades de la organización, toda la creatividad que pueda surgir de los esfuerzos compartidos. No es cuestión de contratar a un montón de personas súper inteligentes, ¡no! sino de hacer que el conjunto de personas con que cuenta la empresa funcione de manera inteligente y que a base de conocimiento adquirido, se aplique éste para conseguir que un grupo de personas ordinarias produzca resultados extraordinarios.

Comarca Lagunera. Junio de 2008.

Correo electrónico: jgonzalez2001@hotmail.com

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