Ganar la batalla al sobrepeso.
No tener sobrepeso tiene muchas ventajas entre las que se encuentra la alta posibilidad de no morir antes de tiempo ya que como decía Hipócrates, “los muy gruesos tienden a morir antes que los delgados” y Cornelio Celso, dijo: “Las personas obesas mueren por enfermedades agudas y sofocaciones y, a veces, por muerte repentina, lo que no sucede casi nunca a las personas delgadas”.
En nuestro país, y particularmente en Coahuila, debido a los malos hábitos en la alimentación y a la falta de ejercicio regular, el número de personas con sobrepeso aumenta cada día y provoca muchas complicaciones a quienes padecen este problema.
Las estadísticas indican que el 92% de las personas con sobrepeso estarían dispuestas a copiar el método que ha funcionado con alguien conocido. De las personas con sobrepeso, solamente un poco más del 50% ha intentado resolver este problema. Un 72%, tanto hombres como mujeres, cree que el exceso de peso es un impedimento a la hora de encontrar pareja sentimental. De todos los que desean perder peso, el 40% lo hace motivado por cuestiones estéticas y no de salud.
El 51% confiesa que ha intentado perder peso haciendo algo que podría poner en peligro su salud, de ellos, un 31% ha hecho las llamadas "dietas milagro", un 7% ha optado por dejar de comer, un 4% come pero vomita y un 3% opta por comer un sólo tipo de alimento al día. Hay estudios que demuestran que las mujeres obesas, al menos las estadounidenses, tienen mayores problemas para encontrar trabajo. Un factor clave que esta aumentando la valoración de las cualidades de una persona, mujer u hombre, es su imagen y esta siendo cada vez más común la pregunta acerca del peso corporal, es una aberración, pero estos estudios revelan que las personas que se encargan de juzgar nuestra candidatura para un puesto de trabajo lo tienen en cuenta.
Es importante mencionar que una persona que tiene sobrepeso no debe auto limitarse o inhibirse, ni relacionarse tímidamente con otros porque eso perjudica a la hora de buscar empleo. Además la autoestima puede ir más allá de la imagen corporal, la autoestima se construye en base a lo que hacemos, a como nos desempeñamos y a nuestros valores y espiritualidad. Sin embargo, el tener problemas de peso, el estar obeso, es una experiencia, por lo tanto, lo más probable es que afecte nuestra autoestima y experimentamos síntomas depresivos, poco ánimo y una tendencia a verse a sí mismos y a la vida de manera negativa. Si este fuera el caso, la buena noticia es que hay solución sin sufrimiento.
No es necesario someterse a dietas suicidas o dejar de comer todo para bajar de peso. No se necesita sufrir hambre o estar de mal humor por una dieta extrema, ni tampoco correr una maratón para quemar las calorías que andamos cargando de más. El problema no es la cantidad de calorías que representan los alimentos que comemos, sino el no quemar esas calorías de manera balanceada. El medallista olímpico Michael Phelps come 12 mil calorías diariamente pero su actividad física extrema las quema manteniendo el balance. Tampoco hay que creerse de los aparatos, cremas, vendas o fajas que nos aseguran quienes los venden que en la comodidad del hogar, sin sudar, en cuestión de solo unos minutos al día y sin dejar de comer de todo, con ellos perderemos kilos y luciremos esbeltos.
Hace dos meses conocí a un grupo de personas, hombres, mujeres y niños con sobrepeso o sedentarios que tomaron el reto de hacer lo necesario para sentirse y verse mejor, aumentar su autoestima y disfrutar el ejercicio y la comida balanceada sin pasar hambre, todo ello con una gran dosis de optimismo, convicción y determinación. Las asisten en su esfuerzo un excelente nutriólogo, dos entrenadoras y un entrenador físicos y un gran motivador. El nutriólogo se encarga de establecer los programas nutricionales de todas estas personas, de asegurarse que la mezcla de alimentos que les sugiere sea balanceada y abundante y que de esta manera disfruten los alimentos de manera saludable sin pasar hambre. Las entrenadoras evalúan la condición física inicial de los participantes, su índice de masa corporal y la relación cintura-cadera y en base a ello establecen las rutinas y supervisan los ejercicios, el entrenador establece y supervisa los ejercicios con bicicletas estacionarias y las pesas y aparatos.
A todos los participantes de El Reto se les aplican rutinas de baile, yoga y meditación como complemento del programa y el nutriólogo les proporciona periódicamente las listas de alimentos que les corresponde ingerir.
Una parte muy importante de este Reto, es la motivación, el motivador (quien también tomó el reto y ya ha perdido más de diez kilos) es el responsable de mantener el optimismo y la determinación de los participantes, de evitar que el esfuerzo y las ganas de triunfar en este intento disminuyan conforme avanza el programa de ocho semanas. El motivador también evita que las críticas de los demás, la influencia de las personas negativas y las ganas de aventar la toalla hagan mella en los participantes.
Personalmente revisé las hojas de resultados de los y de las participantes y pude constatar gratamente que todos presentan un progreso sorprendente y lo mejor de todo es el ánimo que se percibe en ellos, la autoestima a la alza que los motiva aún más a seguir adelante. Varios de los participantes quienes antes del Reto no habían hecho ejercicio de manera regular, me comentaron lo bien que se sienten con la practica metódica y medida de ejercicios adecuados a sus condiciones y a su propio avance.
Indiscutiblemente existen diversas maneras de recuperar la buena figura y la condición física eliminando los kilos de más, pero la más natural, segura y efectiva es la ingesta de alimentos nutricionalmente balanceados, el ejercicio regular y una alta motivación para mantener este objetivo en mente hasta convertir en hábito la buena alimentación y el ejercicio periódico. Si este tipo de programas se difunden y multiplican, un millón de kilos será una meta muy fácil de lograr para que los mexicanos le ganemos la batalla al problema del sobrepeso.