'Para comer soy bastante normalito, me gustan las cosas muy sencillas, sin muchas salsas, sin nada así', explicó Alonso, que reconoció que la comida china no le gusta demasiado aunque, por esta vez, probó las tapas de inspiración oriental que había ayudado a preparar.
El piloto español Fernando Alonso hizo lo que pudo hoy por manejarse con los palillos chinos en Shanghai antes de disputar el Gran Premio de China de Fórmula Uno, en el que espera acabar por delante del británico Lewis Hamilton, "cosa que siempre es difícil", según aseguró.
Alonso se relajó antes de la carrera del domingo preparando algunos platos del país asiático junto a un chef chino que observó atónito cómo el piloto español usaba los palillos a modo de banderillas.
"Para comer soy bastante normalito, me gustan las cosas muy sencillas, sin muchas salsas, sin nada así", explicó Alonso, que reconoció que la comida china no le gusta demasiado aunque, por esta vez, probó las tapas de inspiración oriental que había ayudado a preparar.
Parece que a Alonso le gusta menos la comida que los aficionados chinos, que "son muy pasionales, siempre que venimos a China, desde el aeropuerto hasta el hotel, en el circuito, la verdad es que muestran todo su apoyo y tengo, yo creo, una buena cantidad de fans incondicionales aquí".
En cuanto a la recta final del Mundial, volvió a repetir que prefiere que gane el brasileño Felipe Massa (Ferrari), "y si yo pudiese hacer algo estaría contento", añadió.
Señaló que para ayudar a Massa "tengo que estar en los primeros puestos y tengo que acabar delante de (Lewis) Hamilton", el piloto de McLaren-Mercedes, que ahora lidera el Mundial.
También se mostró tajante respecto a si hay posibilidades de que fiche por Ferrari: "no, ninguna" el año que viene, y "pocas" dentro de dos años, aunque reconoció que ya tiene su futuro "más o menos decidido".
En un acto promocional de la marca española de encimeras Silestone en Shanghai, Alonso aseguró que "lo que he intentado decir siempre es que prefiero que gane Ferrari que Mclaren".
Aunque si se trata de sentar a alguien a su mesa, entre Hamilton, Massa y Robert Kubica (BMW), se queda con el último "sin duda alguna, tengo muy buena relación con él, ha venido alguna vez a mi casa y ha probado lo que yo he cocinado".
