Al arranque de las elecciones internas por la dirección del partido, la tensión política se ha agudizado en el PRD. Nueva Izquierda e Izquierda Unida se disputan el control del Estado de México, entre otras ocho entidades que definirán el resultado de la contienda el próximo 16 de marzo.
Nueva Izquierda, que impulsa la candidatura de Jesús Ortega, busca ratificar un acuerdo con Alternativa Democrática Nacional (ADN) del senador Héctor Bautista, que es la primera fuerza del PRD en el Estado de México y la segunda corriente más importante del partido.
De no lograrlo, es previsible que sea arrollado por el mega frente de corrientes aglutinadas en Izquierda Unida (IU), que han empezado a cerrar filas en torno al candidato de Andrés Manuel López Obrador y del jefe de gobierno, Marcelo Ebarar: Alejandro Encinas Rodríguez.
“Para Nueva Izquierda es clave mantener la alianza con ADN; si no llegan juntos, el triunfo de Alejandro Encinas en el país está prácticamente asegurado. Y si ADN se suma con Izquierda Unida, el triunfo de Encinas va a ser aplastante”, advierte el ex director del servicio electoral del PRD, Juan Manuel Ávila. Los aspirantes comenzarán la campaña el primero de febrero y la elección está programada para el 16 de marzo.
Conocedor de las entrañas del PRD, uno de los pocos privilegiados para acceder al padrón de dicho partido, Ávila analiza la composición territorial: la contienda será definida por 10 estados “clave”, donde ese instituto político tiene una importante presencia y verdadero trabajo político.
Estos son el Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Tabasco, Puebla, Jalisco y Zacatecas. El mayor volumen de votación estará en los dos primeros, que son los estados con mayor padrón.
Para Nueva Izquierda la situación es sumamente complicada, advierte, pues el equilibrio de fuerzas en el Distrito Federal y Estado de México es tal que se nulifican; Alejandro Encinas podría alcanzar el triunfo con la suma de otros estados, fundamentalmente Veracruz, Zacatecas y Chiapas.
La alianza con ADN no le garantiza a Jesús Ortega votos de esa corriente en otras entidades, pues se ha registrado una rebelión de bases que han decidido sumarse a la candidatura de Encinas, señala el analista.
“La razón es muy sencilla –dice-, durante tres años Bautista construyó su movimiento con base en el “anti-chuchismo” y ahora en 2008 no puede ir a decirle a su gente ahora vamos con Chucho (Jesús Ortega)”.
Lucha territorial
El DF tiene un padrón de un millón 400 mil afiliados pero en este tipo de elecciones la participación histórica es de 110 mil sufragios. En esta contienda, la votación podría alcanzar los 140 mil votos, de acuerdo a las cifras del partido.
El Estado de México tiene un millón 600 mil afiliados y el nivel de votación es similar a la del DF, con excepción del 15 de julio del 2007 que fue rara, atípica, de 250 mil, pero hay el señalamiento de que muchos de esos votos fueron ficticios y hay la presunción de que en muchos lugares no se instalaron casillas.
Esta presunción se va a descartar el próximo 16 de marzo, advirtió el experto electoral del PRD. “Ahora sí habrá vigilancia y entonces se va a comprobar los resultados de ciertas casillas de julio del año pasado”.
Luego de éstos siguen Veracruz, Guerrero, Michoacán, Chiapas y Tabasco, con un padrón aproximado, cada uno, de 400 mil afiliados y una votación histórica de entre 30 y 40 mil aproximadamente. Siguen los estados de 200 mil empadronados aproximadamente, que son Puebla, Jalisco y Zacatecas.
“Esos 10 estados son los que van a definir la elección. El DF y el Estado de México se neutralizan y suman “0” si ADN y NI van en alianza”. Recuerda que en la pasada elección de delegados para el Congreso del PRD, la planilla de Encinas se llevó más de la mitad del DF, pero la alianza ADN-NI ganó también el 50% del Estado de México.
En Veracruz, el conjunto de fuerzas que apoya a Encinas a través de Izquierda Unida es mayoritaria. Ahí, las bases de ADN no apoyarán a Ortega.
En Michoacán si bien hubo una definición a favor de Jesús Ortega, “pero de inmediato hubo una rebelión del equipo de Godoy. Más de tres cuartas partes de su equipo le advirtió que no apoyarían a Ortega”. En Chiapas y Zacatecas los gobernadores están con Encinas.
Así, con este primer acercamiento territorial, Ortega y Encinas arrancarán la contienda el próximo viernes.
