El insomnio se produce cuando las horas de sueño programadas o deseadas no son compatibles con los ritmos circadianos del cuerpo humano.
Un tratamiento con tasimelteon, un equivalente de la hormona melatonina, es capaz de cambiar el reloj interno del ser humano y así evitar el insomnio transitorio producido por los turnos nocturnos de trabajo o el "jet lag".
En un artículo publicado por la revista médica británica "The Lancet", científicos del Brigham and Women's Hospital (perteneciente a la Harvard School of Medicine de Boston) y de la Monash University (Australia) explican que esta sustancia ayuda a dormir mejor y a cambiar los ciclos circadianos.
Los desórdenes del ritmo circadiano son la causa más común del insomnio y afectan a millones de personas, incluidas aquellas que trabajan de noche o que cruzan varias zonas horarias cuando viajan.
Estos desórdenes se caracterizan por alteraciones persistentes y recurrentes del sueño, dificultad para quedarse dormido y excesiva somnolencia cuando se está despierto.
El insomnio se produce cuando las horas de sueño programadas o deseadas no son compatibles con los ritmos circadianos del cuerpo humano.
El tasimelteon, la sustancia utilizada por los investigadores para luchar contra el insomnio transitorio, es un equivalente de la melatonina, una hormona sintetizada por la glándula pineal que está relacionada con el sueño y la vigilia.
Los científicos, que ya han finalizado las fases II y III de la investigación del fármaco, aseguran que es efectivo y que podría ser la primera línea terapéutica para las personas que acusan los efectos de viajar a través de zonas horarias o trabajan por la noche o muy temprano por la mañana.
Gracias a la polisomnografía se midió la cantidad de sueño de los individuos, calculada mediante el porcentaje de tiempo que pasaron en la cama y del que tardaron en quedarse dormidos.
Por su parte, el cambio en el tiempo del reloj biológico interno se midió a través del ritmo del plasma de la melatonina.
En ambas fases del estudio, cuando los individuos intentaron dormir a una hora distinta de la habitual, el tasimelteon redujo el tiempo que tardaron en conciliar el sueño y aumentó el tiempo que pasaron acostados en comparación con el grupo placebo.