La inteligencia estadounidense considera que Colombia ha "debilitado de forma significativa" a la guerrilla de las FARC y que la inmigración ilegal y el narcotráfico siguen amenazando la seguridad de México y el sur de Estados Unidos.
Estas valoraciones están incluidas en el informe que presentó hoy ante el Senado el director de Inteligencia Nacional (DNI), Michael McConnell, y que analiza las mayores amenazas a la seguridad estadounidense.
En el capítulo dedicado a Colombia, el informe califica al país suramericano como "el aliado más incondicional" de EU. en la región y certifica que el presidente Álvaro Uribe ha fortalecido la democracia "al mejorar la seguridad junto con la implementación energética de una estrategia global contra el narcotráfico".
La inteligencia estadounidense achaca al mejor entrenamiento de las Fuerzas Armadas colombianas el debilitamiento de las FARC, que han confinado al grupo básicamente a "emboscadas y ataques de hostigamiento".
La situación ha cambiado de forma drástica con respecto a la de los años 1990 hasta el punto que "Bogotá ahora cuenta con la ventaja estratégica".
Según los servicios de inteligencia de EU., Uribe también ha actuado contra los grupos paramilitares, lo que "ha causado que las tasas de asesinatos y secuestros caigan de forma significativa", y señaló que está mejorando la situación de los derechos humanos.
Con respecto al narcotráfico, los servicios de inteligencia califican de "impresionantes" los resultados del programa contra el narcotráfico puesto en marcha por Bogotá.
Sobre México, los servicios de inteligencia también ofrecen una visión positiva del Gobierno del presidente Felipe Calderón.
"El público ha apoyado la mayoría de las políticas de Calderón y mantener este impulso será una importante labor" a medida que se acercan las elecciones legislativas que se celebrarán en 2009, en la mitad de su mandato.
A pesar del progreso, "la inmigración ilegal, el narcotráfico y violencia asociada y el tráfico de personas siguen amenazando la seguridad interna de México y la seguridad de la frontera meridional de los EU.".
Otra de las amenazas para el Gobierno es "un pequeño grupo de insurgentes domésticos", el Ejército Popular Revolucionario que lanzó una campaña de atentados contra el sector petrolero mexicano y que ha forzado a Calderón a aumentar la seguridad en el sector, precisaron los servicios de inteligencia.