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Creel borrado

JAQUE MATE

Sergio Sarmiento

“Efectivamente, se cometió un error de edición en la imagen del senador Santiago Creel Miranda que mucho lamentamos”.

Comunicado de Televisa

Borrar digitalmente la imagen de una persona en una toma abierta no es, que yo sepa, algo que se pueda hacer por “error de edición”. Hay que usar para ello una terminal de edición, ubicar al personaje que se quiere borrar y ocultar el rostro de manera manual. Si el personaje se mueve, hay que seguirlo en la secuencia. Además, hay que tener cuidado de no borrar otros personajes. El borrado digital del rostro de Santiago Creel en una nota informativa de Televisa no puede tratarse, a mi juicio, de un “error de edición”, como afirmó la empresa. Pero quizá sí sea un error político.

No creo que nadie en el público hubiera podido percibir realmente el rostro de Creel en una rutinaria toma abierta de unos cuantos segundos. Nadie parece haberse dado cuenta en un principio, de hecho, que la cara fue borrada digitalmente. Hubo que esperar a ver las imágenes aisladas.

Tengo la impresión que el borrado digital es algo que hizo un productor al que se le dio la instrucción de evitar tomas de Creel, pero sin detallar más. El resultado, sin embargo, ha sido darle una exposición al senador panista muchas veces superior a la de una momentánea visión de un rostro alejado. Televisa tiene derecho a presentar la información de la manera que quiera, siempre y cuando no difame o calumnie. Virtualmente todos los medios electrónicos o impresos toman posiciones que se reflejan no sólo en los espacios de opinión sino, en mayor o menor medida, en su cobertura informativa. Si la animadversión de Televisa hacia Creel —ese político que, paradójicamente, le entregó licencias para establecer casas de juego cuando era secretario de Gobernación— es tan grande como para borrar digitalmente su imagen, la empresa está en su derecho de hacerlo, aunque el público tiene también el derecho a juzgar la política editorial de la televisora. (Yo colaboro en una televisora competidora de manera que tendrá usted que tomar cualquier cosa que diga con un granito de sal.)

Sin embargo, la consecuencia del borrado digital no ha sido debilitar sino fortalecer a Creel. Las injustas críticas que se le hicieron como precandidato presidencial por el supuesto apoyo de Televisa ya no podrán revivirse.

Nuestro país ha llegado a un punto en su desarrollo político en el que ya no se puede borrar digitalmente la figura de nadie. Los vetos informativos resultan cada vez menos eficaces. Esta semana Creel fue entrevistado por Carmen Aristegui en su programa de televisión de CNN y por varios noticiarios de radio. Si lo que se buscaba era dejar en el olvido al presidente del Senado, el resultado ha sido exactamente el contrario. Y es muy saludable para el país que así sea.

Conozco a Creel personalmente desde hace años. Estoy convencido que es un hombre de principios. En algunos casos he estado de acuerdo con él como político; en otros, no. Curiosamente, estuve entre los pocos que respaldaron su posición como secretario de Gobernación de otorgar autorizaciones para casas de juego tanto a Televisa como a CIE de Alejandro Soberón. Estos permisos, que tanto le costaron políticamente, no sólo cumplían con todos los requisitos de ley, sino que proporcionaban una saludable competencia al virtual monopolio que aliente de Jorge Hank Rhon mantenía en el mercado legal de juego en el país. De hecho, siempre pensé que si Hank Rhon no había financiado la campaña en contra de Creel por esos permisos, había perdido una gran oportunidad. Me he opuesto, en cambio, al respaldo que Creel le dio a una nueva legislación electoral que a mi juicio viola la libertad de expresión y concentra la discusión política en una minoría cada vez más pequeña. Pero Creel no es el único político que apoyó este engendro, el cual fue impulsado por el priista Manlio Fabio Beltrones y aprobado con el voto de los tres principales partidos (la honrosa excepción fue el grupo que controla Andrés Manuel López Obrador).

La batalla contra la censura no se puede dar con más censura. El senador Creel tiene derecho a expresar sus ideas (o a mostrar su rostro). Quienes nos oponemos a lo que piensa debemos estar en posición de combatirlo idea por idea, argumento por argumento.

Me parece positivo que Televisa haya reconocido un error, aun cuando sea de edición, y que Carlos Loret de Mola, el conductor del informativo en que se exhibió el video manipulado electrónicamente, haya invitado a Creel a una entrevista. El senador sabrá si acepta o no, pero es cada vez más importante que los medios de comunicación abran sus espacios a la discusión de todos los temas con todos los protagonistas. Cada medio, por supuesto, tiene derecho a defender sus intereses o sus posiciones ideológicas.

Pero es precisamente del contraste de estas posiciones que surge la diversidad que tanto necesitamos en el país.

CONSULTAS Y REFORMAS

Las encuestas de opinión muestran que los mexicanos están divididos más o menos en grupos iguales entre quienes apoyan y los que rechazan la reforma petrolera del presidente Calderón. En cambio, el número de los que rechazaban la reforma electoral era muy superior a quienes la apoyaban. ¿Por qué, entonces, quienes hoy organizan la consulta para la reforma petrolera rechazaron la posibilidad de un referéndum sobre la electoral? Porque sabían que lo perderían.

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