Los hogares con los ingresos más bajos destinan casi 70% de su ingreso monetario para la compra de alimentos. (Archivo)
Un análisis de la Cámara Baja confirma que los hogares más pobres son los más afectados.
La crisis alimentaria y el aumento en los precios de productos básicos en México afecta a 24 millones 257 mil trabajadores que conforman la población ocupada con los ingresos más bajos, que perciben hasta tres salarios mínimos, revela un estudio de la Cámara Baja.
En el análisis denominado “El impacto en los hogares del país por el incremento en los precios de los productos alimenticios, diciembre de 2005 a mayo de 2008”, elaborado por los Servicios de Investigación y Análisis de la Cámara de Diputados, se confirma que son los hogares más pobres los afectados por este fenómeno.
En las conclusiones señala además que los hogares con los ingresos más bajos tienen una baja diversidad en el consumo porque destinan casi 70% de su ingreso monetario para la compra de alimentos.
El documento, elaborado por el investigador parlamentario Reyes Tépach, con ayuda de Román Martín Aguilar, confirma que el incremento en el precio de los alimentos impacta más el ingreso monetario de los hogares con los ingresos más bajos.
“La población ocupada con los ingresos monetarios más bajos (que perciben hasta tres salarios mínimos) que se están afectando con el encarecimiento de los artículos alimenticios asciende a 24 millones, 257 mil 041 trabajadores”. dice.
“El aumento de los precios de los productos alimenticios recae en todos los hogares del país; sin embargo, los hogares con los ingresos más bajos (los que perciben hasta tres salarios mínimos) son los que sufren los incrementos más altos.
“Los hogares con los ingresos más bajos tienen una baja diversidad en el consumo, puesto que destinan casi el 70% de su ingreso monetario para la compra de alimentos. Asimismo, los hogares que perciben hasta un salario mínimo destinan la totalidad de su ingreso monetario al consumo de alimentos”, indica el estudio.
En cambio, los hogares con los ingresos más altos únicamente destinan 12.66% de su ingreso monetario, en promedio, para el consumo de alimentos.
Entre diciembre de 2006 y mayo de 2008, señala, los incrementos de los precios de los productos alimenticios impactaron en los hogares del país de la siguiente manera: en los hogares que perciben hasta un salario mínimo general fue de 18.27%; en los hogares que perciben entre uno y tres salarios mínimos generales fue de 17.23%; en los hogares que perciben entre tres y seis salarios mínimos generales fue de 16.51%, y en los hogares que perciben más de seis salarios mínimos generales fue de 15.60%.
El análisis establece que entre diciembre de 2005 y mayo de 2008 los precios acumulados de los productos alimenticios que integran la canasta básica en México se incrementaron más que el incremento del nivel general de precios y de los productos alimenticios.
“Durante el periodo de diciembre de 2006 a mayo de 2008, 50% de los artículos alimenticios que conforman la canasta básica tuvieron un incremento de los precios superiores al incremento promedio de los productos alimenticios.
“Estos artículos son los siguientes: arroz; galletas populares; harina de trigo; masas y harinas de maíz; pan blanco; pan de caja; tortillas de maíz; aceite y grasas vegetales comestibles; huevo; leche en polvo; leche evaporada, condensada y maternizada; leche pasteurizada y fresca; café tostado; frijol; puré de tomate y sopas enlatadas; y gelatina en polvo”.
‘Gobierno debe dar garantía alimentaria ante crisis’
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ruth Zavaleta (PRD), propuso elevar a rango constitucional el derecho a la alimentación de calidad y bajo costo, y obligar al Estado a garantizar la soberanía alimentaria, pues hoy en día, sostuvo, 15 millones de mexicanos padecen hambre.
La iniciativa, que es analizada por la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara Baja, recuerda que según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) existen en México cerca de 15 millones de personas que padecen hambre, pese a que la economía del país se encuentra entre las 10 primeras del mundo.
Por ello, Zavaleta aseguró que en México debe reducirse a la mitad el número de personas con hambre, compromiso que debe cumplirse antes del año 2015, de acuerdo con las firmas de 185 países que participaron en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996, en Roma, Italia.
La iniciativa refiere como una necesidad reconocer en la Carta Magna el derecho de los mexicanos a una alimentación de calidad, a bajo costo, sana y nutritiva, que permita a los ciudadanos de todas las edades desarrollar una vida con plenitud.
Por lo que respecta a la soberanía alimentaria, señala la iniciativa, representa una gran responsabilidad para el Gobierno Federal, ya que implica abordar una serie de temas como el diseño de nuevas políticas alimentarias, la reactivación del campo, la biodiversidad, autonomía, salud, distribución y mercados locales.
Para ello, la diputada del PRD pide que se involucre a campesinos, gobiernos estatales, comerciantes, consumidores y organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y la FAO.
Golpe al bolsillo
Los incrementos de los precios de los productos alimenticios impactaron en los hogares del país de la siguiente manera:
Percepción porcentaje
hasta un salario mínimo general 18.27%.
entre uno y tres salarios mínimos generales 17.23%.
entre tres y seis salarios mínimos generales 16.51%.
más de seis salarios mínimos generales 15.60%.