Luego del clima de inseguridad e incertidumbre económica, los paisanos no asistieron a la tradicional fiesta que se celebra en San José de Mesillas.
De los tres mil paisanos que eran esperados, como cada año, sólo llegaron aproximadamente 500.
Sombrerete, Zac.- El miedo y la crisis económica que se viven en la región y también en Estados Unidos provocaron que de los tres mil paisanos que arriban cada año a San José de Mesillas, esta vez sólo llegaran unos 500.
Decepción. La crisis económica y la caída de la Bolsa de Valores en Estados Unidos han provocado que el trabajo disminuya para los paisanos y muchas madres de familia se quedaron esperando a sus hijos.
Varias de ellas señalaron que las empresas les han recortado las horas de trabajo a sus hijos, que ya no ganan lo suficiente y realizar un viaje de Estados Unidos a Sombrerete implica muchos gastos.
Asistencia. Hubo mucha presencia de personas de las comunidades aledañas, incluso de comunidades de Durango, como Súchil y Vicente Guerrero, pero fueron alrededor de 500 los paisanos que arribaron y otra parte igual de personas de las comunidades.
Pocos fueron los autos y camionetas que arribaron ante el temor y el fuerte rumor que hubo días antes en Sombrerete, de que podría suscitarse un enfrentamiento entre sicarios y el Ejército.
Tarifa. La entrada al coleadero tuvo un costo de 50 pesos. Los encargados de algunos de los 20 puestos de comida como María Álvarez y Jaime Díaz señalaron que cada año, desde temprana hora, tienen que renovar las reservas de alimentos, pero esta vez hubo poca venta y con lo que llevaron estaban trabajando.
Algunos restauranteros de Sombrerete presentes en la fiesta se quejaron de que sus ventas también habían disminuido, ya que no llegaron paisanos como en otros años.
Tiempo. La lluvia fue otro factor que ahuyentó a la gente, ya que desde las 17:00 horas cayó una fuerte llovizna sobre la comunidad que provocó un enorme lodazal y poca presencia de coleadores.
A diferencia de otros años, no se observaron los tamborazos en cada esquina, con los paisanos pagando en dólares por cada canción. Las casas al estilo americano lucieron vacías y abandonadas y no se observaron camionetas de lujo.
El ambiente fue amenizado por un grupo musical, pero desde días antes el temor fue el que prevaleció en la festividad. No hubo presencia del Ejército como se mencionó días antes, pero sí hubo mucha presencia de policías municipales que revisaban todas las camionetas que arribaban.
Vigilancia. El retén del Ejército Mexicano, ubicado una semana antes en el entronque de San José de Mesillas, desapareció y se le vio realizando rondines de vigilancia en la festividad de aniversario de la fundación de Chalchihuites.
Por Brisia Arlette Ramírez
ESD
En la celebración se respiró soledad
La derrama económica tanto en San José de Mesillas como en Sombrerete era muy importante en octubre. A diferencia del año pasado, cuando arribaban más de tres mil paisanos y se veían decenas de camionetas de lujo, este año fueron muy pocos debido a la crisis económica que vive Estados Unidos.
A diferencia de otros años, no se observaron los tamborazos en cada esquina, con los paisanos derrochando y pagando en dólares por cada canción. Las casas al estilo americano lucieron vacías y abandonadas y no se observaron camionetas de lujo ni fiestas particulares que siempre se celebraban en el lugar.