La evolución de la crisis financiera en una crisis global ha oscurecido la perspectiva para la Inversión Extranjera Directa (IED) para el resto de 2008, señaló la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
De acuerdo con estimaciones de la OCDE los flujos de entrada a los países que la integran se reducirán 13% y los de salida un 6%.
En consecuencia, la IED de y hacia los países de la OCDE, del que México forma parte, disminuirá de forma marcada en la segunda mitad de 2008 y continuará declinando en 2009, de acuerdo con las últimas estimaciones del organismo, difundidas en su Investment Newsletter.
“Bajo las circunstancias actuales, la mayor confianza en los flujos de inversión de cartera y deuda privada podría resultar en contracciones significativas de los flujos de inversión de muchos países en desarrollo”, señaló la OCDE.
En este sentido, estableció que el financiamiento de crédito privado en 30 países en desarrollo bajará de 600 a 300 mil millones de dólares entre 2007 y 2009.
No obstante, los flujos de IED caerán sólo 7% en ese lapso, al pasar de 302 a 282 mil millones de dólares.
De acuerdo con la OCDE, una de las dos fuerzas detrás del siniestro pronóstico para la IED global es el congelamiento de los mercados de crédito, combinado con las profundas caídas en los mercados accionarios, han forzado a las empresas a depender en gran medida a sus reservas de efectivo para financiar la inversión y un número importante de firmas está enfrentando severas restricciones de liquidez interna.
En segundo lugar, los menores pronósticos de crecimiento económico para 2009 reducen considerablemente la necesidad de las empresas de invertir en nueva capacidad, explicó.
Con la tendencia actual, las actividades de fusiones y adquisiciones internacionales, que contribuyen con la mayor parte de la IED, declinarán 29% en 2008, apuntó el organismo.
Aunque, conforme la crisis financiera se ha volcado en una crisis económica, incluso este pronóstico podría ser optimista, agregó la OCDE.
En 2007, la IED alcanzó un monto récord de 1.7 billones de dólares.
La OCDE fue optimista al exponer que las caídas previstas para esta crisis serán mucho menos severas que las experimentadas en 2001, cuando los flujos de inversión de entrada y salida bajaron 49% y 43%, respectivamente.