La Arquidiócesis de México reprobó la excesiva mercantilización, al grado del paganismo y libertinaje, que rodea en la actualidad la figura de San Valentín, pues recordó que este santo es para los católicos baluarte de la familia.
En un editorial difundido por su sistema informativo explicó que San Valentín es un mártir de la Iglesia Católica y es considerado por ésta santo patrono de los enamorados por la defensa del amor sacramental y del matrimonio.
En efecto, él pregonó que el noviazgo era un primer paso para llevar a hombres y mujeres a una relación formal: el matrimonio, la creación de una familia con fines de procreación", subrayó la Arquidiócesis de México.
Recordó que frente a la fiesta dedicada al amor carnal que tuvo su origen en la antigua Roma, surgió en el siglo III la celebración de San Valentín, que "es un baluarte de la familia, pues lo demás es comercio e incluso puede caer en el libertinaje".
El organismo de la Iglesia Católica destacó que si bien el significado de San Valentín apunta hacia la familia y al compromiso serio de los novios, no es de extrañar que intereses ajenos a la cultura religiosa traten de desvirtuar los motivos litúrgicos de esta fiesta retornando al paganismo de la antigua Roma.
Refirió que durante varios siglos países latinos como México permanecieron indiferentes ante la tradición anglosajona de entregar tarjetas y compartir regalos en el día de San Valentín, aunque se respetaba su sentido religioso, haciendo alusión a este santo en las misas respectivas.
Sin embargo, indicó que una vez que el comercio penetró en la región "para vender más tarjetas, chocolates, peluches y flores se dijo que también era santo de la amistad".
De ahí, añadió que la comercialización de San Valentín se invierten cada año millonarias sumas para campañas publicitarias que rinden frutos y que hacen que productos como las rosas se encarezcan de manera exorbitante.