Madonna fue la anfitriona de la noche. (Fotografía de AP)
La marca de lujo Gucci, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Madonna se han visto envueltos en una polémica por celebrar la noche del miércoles en la sede de la ONU una cena de gala para recaudar fondos, a la que acudieron decenas de celebridades.
Caras conocidas como Tom Cruise, Katie Holmes, Demi Moore, Ashton Kutcher, Drew Barrymore, Gwyneth Paltrow y Jennifer López desfilaron por la alfombra roja, además de la mexicana Salma Hayek y su marido Francois-Henri Pinault, propietario del gigante francés PPR, dueño de Gucci.
La polémica se suscitó debido a que, además del carácter benéfico de la cita, Gucci la organizó también para conmemorar con mucho glamour la inauguración días atrás de una nueva tienda en plena Quinta Avenida.
De esta forma, la ceremonia adquirió un tono comercial junto al meramente benéfico. Además, en la ONU hay una regla no escrita que prohíbe que se asocie el logo del organismo con el de una marca o empresa privada.
Esto suscitó las críticas, sobre todo dentro de la ONU. El malestar se hizo más patente cuando el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, decidió en el último momento no acudir como invitado especial para alejarse de la controversia.
Otras críticas se produjeron porque parte de los fondos recaudados, además de ser para UNICEF, irán a parar a la fundación de Madonna, “Raising Malawi”, que algunos vinculan directamente con la organización de misticismo judío de la que es devota la artista, The Kabbalah Centre.
La cantante restó importancia a estas acusaciones y dijo que lo único que le importa es llamar la atención sobre la situación de los niños huérfanos en Malawi.
Por su parte, en Gucci señalaron que la cena de gala en los jardines de la ONU fue pura coincidencia con la inauguración de su más reciente tienda en Manhattan, a pesar de que meses atrás habían anunciando los dos eventos de forma conjunta.
La firma de artículos de lujo manifestó que lo importante fue el dinero recaudado para una buena causa.
Desde la secretaría general de la ONU se señaló que la organización corrió a cargo de UNICEF, agencia dependiente de Naciones Unidas, y que todos los gastos fueron sufragados por Gucci.
La subsecretaria general para administración y gestión de la ONU, la mexicana Alicia Bárcena, reconoció que la celebración de esta ceremonia pudo no ser del todo acertada.
Indicó a los medios que el organismo debería “haber investigado de forma más exhaustiva” todos los detalles antes de dar su visto bueno y añadió que no cree correcto que Gucci haya puesto su nombre para publicitar dicha gala, justo cuando acababa de abrir una nueva tienda en la ciudad.