Lo hizo. Lo hicieron. Lo hice. No me la creo, se me agolpan las palabras. Demasiadas emociones y uno no está para estos trotes. Pero voy en orden. Lo hizo: Barack Obama, ya es el primer candidato negro a la presidencia de Estados Unidos. Desde hace más de un año sigo la trayectoria de Obama y el kilométrico tiro que se aventó con la Hilaria.
Doña Clinton, favorita en un principio, sucumbió frente al pico de oro. Será muy trucha Hilaria, pero es de sangre pesadita. En contraste, Barack de lengua se come un taco, habla re bonito, hasta parece la mera verdad. Francamente es el mejor orador de esta generación. Me da gusto que la retórica haya demolido a los clanes que dominan la política norteamericana. Sí, Hillary evidentemente tiene más trayectoria, pero carece por completo de la frescura y empatía de Obama. Su postura es la de un ciudadano en busca del cambio, tipo franco, de familia, inteligente, open mind, hasta galán (cualidades todas con las que no puedo más que identificarme, ahem). Pero es político después de todo, así que no hay que irse con la finta. Aún así me emociona que alguien salga de la nada y con el poder de la palabra tome por asalto lo que desea. Salud por Obama, caballo negro de la contienda.
Lo hicieron: sí, igual que Obama, desde atrás y pujando fuerte, el Santos se hizo campeón. Los comentaristas chilangos (mis compatriotas) no concebían el calorón de Torreón y hacían close ups del termómetro como para convencerse a sí mismos de que la vida es posible en la comarca. El Cruz Azul cayó de cara al sol (nunca mejor dicho) y las lágrimas de los jugadores y la afición fueron elocuentes. Santos tuvo momentos gloriosos: el ímpetu del Guty, Osvaldo dejando embarradas la mollera y los destos en tremendos encontronazos. Pero al final, enloquecido, alzó la copa (que la tuvieron que enfriar previamente porque un maje se tatemó con el metal hirviendo). El comal de la comarca se calentó aún más con la emoción. Y ante los que se quejan amargamente de cómo el futbol es presa de la política y el comercio, les diría que no chillen, que desde los romanos se sabe que el pueblo pide pan y circo y que lo verdaderamente sorprendente es ver cómo aún a pesar de los pesares la emoción se filtra y uno queda desgañitado.
El hombre, que no gusta de estar solo, busca la comunión, la explosión orgásmica colectiva. Feliz esta vida cuando hay razón y voluntad de carnaval (aunque los políticos se suban en el caballo de a gratis). Salud por los Guerreros, el Hacha, discutido, Osvaldo, al tiro y Vuoso, que no hizo mucho pero nomás por atreverse a bailar de tan errática pero entusiasta manera merece todo nuestro aplauso.
Lo hice: por último, banal e intrascendente pero cierto. No doy una. Le volé el espejo lateral a mi auto tratándome de estacionar. Ya quedó sin oreja, como Van Gogh. Ya le habían dado un llegue por detrás así que con pocos meses de vida ya perdió la orejita y trae las nachas remendadas cochecito, mártir de mis descalabros. Lo hizo Barack, flamante candidato, lo hicieron los del Santos, merecidos campeones, lo hice de nuevo, pa menso no se estudia. Pero soy, de una forma extraña, feliz. Que dure al menos el día de hoy la sonrisita estúpida de quien ve el mundo pasar con renovado asombro.
PARPADEO FINAL
Mi padre indignose por ventilar mi cincote. Pero hubo voces solidarias: Leonel Rodríguez, la bruja hermosa, el Doctor Terror, Paty, Vini, en fin. Creo que hasta Obama mandó solidarias muestras de apoyo. Abrazos extra curriculares para todos ellos. Es bueno saberse acompañado en las escarpadas paredes de la vida académica.
cronicadelojo@hotmail.com
