Cuba venció la última jornada de "la rumba más larga del mundo", el récord musical de 300 horas que la isla se propuso ingresar en el libro Guiness, y que transcurrió como una carrera de relevo a golpe de tambor y baile.
El maratón musical tuvo su última jornada en varios parques y callejones del centro de La Habana, una zona donde son típicos los "toques de tambor" y las llamadas "rumbas de cajón" de ese género cubano.
La rumba más larga comenzó de Holguín, unos 800 kilómetros al este de la capital cubana, y desde entonces atravesó el país de oriente a occidente involucrando a decenas de grupos musicales y cientos de aficionados, bailadores y curiosos.
Las plazas y parques de la isla fueron los escenarios principales del récord, para el que actuaron conjuntos emblemáticos del género como Los Muñequitos de Matanzas, Clave y Guaguancó, Los Reyes del Tambor, Yoruba Andabo y el Conjunto Folclórico Nacional.
El cierre del rumbón coincide con la gala inaugural de la Feria Internacional Cubadisco, que este año estará dedicada a África y rinde homenaje a los fallecidos Chano Pozo y Tata Güines, dos de los reyes de la percusión cubana.
El interés por los maratones musicales comenzó hace una década en la isla, donde en 1997 se impuso el récord del son más largo del mundo, con un espectáculo que duró cinco horas.
En 2001 los cubanos cantaron el bolero más largo durante 76 horas y en 2003 sumó otro récord Guinness a su lista con un changüí -género nutrido del son-, que duró 16 horas.