Luego de sufrir lo indecible mirando por televisión el ínfimo nivel mostrado por la mayoría de los participantes en el torneo Interliga, debemos aprestarnos para el inicio del Clausura 2008 esperando traiga aparejadas fuertes emociones.
El evento que se efectúa en Estados Unidos para otorgar los boletos para participar en la Copa Libertadores ya tiene definidas las finales, una de ellas con gran rivalidad, la otra menos espectacular en el papel pero serán buenos agarrones.
Lo cierto es que los equipos que tomaron en serio el certamen son los que han accedido a jugarse en un partido su boleto a Sudamérica, mientras los que fueron de paseo o francamente desairaron la fiesta, regresaron a casa por la puerta de atrás.
Toluca es el único eliminado que sacó la casta, ganó el partido que tenía que ganar y por esas cosas raras de la vida perdió el volado y ni modo, a preparar el inicio de la Liga en nuestro país.
América y Cruz Azul reeditarán el llamado “Clásico Joven” para ir por el boleto al Cono Sur y seguramente será un buen partido de futbol; ambos planteles tienen la obligación de morirse en la raya pues sus respectivas aficiones no perdonan las medias tintas.
Del otro lado, los Gladiadores, de tanto oficio y buena estructura, enfrentarán a un renovado Atlas que hace pensar, por enésima ocasión, que ahora sí va la buena y pondrán fin a más de cincuenta años de sequía en cuanto a títulos se refiere.
El campeonato mexicano es, a pesar de los pesares, bastante competitivo e incluso suele resultar emocionante. Si el sistema de competencia acarrea cierta mediocridad, puede ser cierto, pero lo es también que la liguilla es la etapa del gran negocio, y cuando vemos los mejores partidos, y ante eso la majestad del dinero, la mayoría se inclina.
Otro aderezo para este torneo es el tema del descenso, escabroso y desalmado pero necesario, cuando el equipo que ocupe el último lugar en la tabla de cocientes deba bajar al infierno de la Primera A para, en muchas ocasiones, no volver jamás.
Por lo mostrado hasta ahora, América y Cruz Azul tendrán un buen torneo y serán protagonistas; Pumas va a sufrir con un plantel limitado y Guadalajara alegrará el campeonato con su futbol alegre y vistoso, aunque a lo mejor no le alcanza para ser campeón.
Dudo mucho que Atlante repita la corona, me gustan Toluca y San Luis para andar por arriba y espero la resurrección de Pachuca como un indispensable para la fiesta grande del futbol mexicano. Los cuadros de la Sultana del Norte arrancan fieles a su estilo, es decir, gastando a carretadas y con un signo de interrogación en la frente. Lástima de afición.
Atlas hace soñar y San Luis hará honor al estilo de Raúl Arias, pudiendo esperarse buenas cosas de ambos planteles.
El vagón de la mediocridad tendrá como pasajeros a Tecos, Monarcas, Veracruz y Necaxa. Mis profecías son: Puebla descenderá y le sigo yendo al Santos para campeón.
