El Banco de Inglaterra (BoE) estimó ayer que la crisis internacional ha costado a las instituciones financieras al menos 2.8 billones de dólares (dos millones 800 mil millones), que se elevarían a 7.7 billones si se incluyen costos de planes de rescate.
En su reporte semestral sobre la situación financiera internacional, el banco central de Reino Unido destacó que la mayores pérdidas han sido para los bancos, aseguradoras y fondos de inversión, que han sido las víctimas de la crisis.
El costo estimado de 2.8 billones de dólares es estratosférico si se toma en cuenta que representa cuatro veces el millonario plan de rescate bancario de 700 mil millones de dólares de Estados Unidos.
De acuerdo con el reporte, titulado 'Informe de Estabilidad Financiera', las pérdidas globales por la crisis financiera son ahora el doble de las estimaciones que se tenían en mayo pasado.
En Estados Unidos las pérdidas pasaron de 739 mil millones de dólares en mayo a 1.57 billones de dólares el mes pasado, mientras que en los países europeos se elevaron de 429 mil millones a más de 979 mil millones de dólares.
El informe del Banco de Inglaterra también alerta de las consecuencias derivadas de la contracción de las economías internacionales y sobre un posible el colapso de las entidades financieras.
Para hacer frente a estos problemas, la institución exhortó a las instituciones financieras a adoptar una normativa más severa para que se evite otra crisis financiera como la qua ahora enfrenta el mundo.
Entre otras medidas, el BoE aboga por una drástica reforma del sistema bancario mundial que evite riesgos sistémicos y un mayor aprovisionamiento dinámico, que anime a los bancos a fortalecer sus reservas o a contratar seguros para evitar inyecciones de capital.
'Necesitamos establecer limitaciones más fuertes a la acumulación de riesgos en el aumento de riesgos en el sistema financiero por los peligros que entrañan para la economía en general', destacó el vicegobernador del la institución, John Gieve.
En su reporte el BoE también reconoció que la crisis financiera que afecta al Reino Unido es la peor desde la Segunda Guerra Mundial y expresó su preocupación por la inestabilidad que pueda resultar de los problemas a que se enfrentan aseguradoras y fondos de alto riesgo.
'Existe el peligro de que los inversionistas muy apalancados (que han suscrito créditos muy elevados para invertir), como los fondos de alto riesgo, se vean obligados a liquidar activos en acciones debido a la escasez crediticia', advirtió.
Los bancos, agregó, deben fortalecer sus finanzas incrementando los depósitos de sus clientes, conservando los activos que son fáciles de vender y reduciendo su dependencia de los mercados de dinero al por mayor.
