Los especialistas mencionan que la función primordial del oído es recibir el sonido del exterior y que su capacidad de tolerancia a éste es de 50 a 90 decibeles.
Los truenos, música y juguetes ruidosos son parte de las celebraciones navideñas, pero
los decibeles llegan a niveles que amenazan el oído.
El estallido de juegos artificiales, reuniones con la música estruendosa y los juegos, en que los decibles estallan, son una amenaza para la salud auditiva, por eso los especialistas recomiendan que las fiestas navideñas se celebren con bajo volumen y al elegir los regalos se piense en el daño que el ruido causa.
De acuerdo con el doctor Andrés Sánchez, miembro de la Federación Mexicana de Otorrinolaringología, Cirugía Cabeza y Cuello (Fesormex), el contacto con el ruido intenso, constante y de volumen descontrolado repercute en los oídos.
Este órgano es pequeño y muy resistente a altos volúmenes de sonido, pero al estar expuesto durante varias horas al ruido, comienza a originar molestias, advierte.
Los especialistas mencionan que la función primordial del oído es recibir el sonido del exterior y que su capacidad de tolerancia a éste es de 50 a 90 decibeles. El estruendo que llega a producir una trompeta o corneta puede ser en promedio de 80 o más unidades, por lo tanto, en conjunto originan un sonido de más de 190.
La cantidad de sonido es tan grande, que produce daño a los oídos de forma aguda, ocasionando la sensación de oído tapado, zumbidos y sordera momentánea.
Los expertos de la Fesormex dicen que el contacto continuo a los ruidos, sumado a los sonidos ambientales, puede llegar a provocar un daño auditivo severo.
Porque el oído tiene un mecanismo de protección natural, el cual al exponerse a un alto ruido constante, no le permite actuar de manera inmediata y es ahí donde se presenta el daño, en ocasiones, irreversible.
Más allá del estruendo
El doctor Andrés Sánchez comenta: “No sólo se debe pensar exclusivamente en la fatiga que causa el estar expuesto al ruido, sino en el daño permanente que éste produce. Como el que se presenta en forma de zumbido todo el tiempo, que puede ser de volumen alto e impedir el desarrollo de las actividades normales o, incluso, alterar el sueño impidiendo el descanso”.
El festejar no impide cuidarnos, por tanto, prevenir es la clave. La Federación pide a la población mexicana que festeje a lo grande, pero sin dejar a un lado la salud.
¿Me escuchas?
Los cinco puntos básicos para cuidar los oídos durante los festejos:
1. Evitar escuchar ruidos durante largas horas.
2. No estar cerca de las fuentes de sonido: trompetas, palomas, cohetes.
3. Alejarse de las bocinas de sonido.
4. Descansar por momentos del ruido: retirarse por lapsos a sitios silenciosos.
5. Cuidar permanentemente los oídos, tanto de un ruido como de un golpe fuertes.
