En el año 2025 más de mil 500 millones de personas, padecerán en el mundo hipertensión.
La hipertensión es uno de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares e infartos, que son la primera causa de mortalidad.
El corazón es la máquina del amor, pero ciertamente recibe poco de él, suele sufrir debido a ausencia de control en los factores de riesgo y estilo de vida poco saludable de los mexicanos, con lo cual se disparan día con día los males cardiacos, incluso en edades tempranas, por lo que halla víctimas entre niños y adolescentes.
Fue lanzado un plan para impulsar la conciencia pública sobre las amenazas cardiovasculares y promover medidas preventivas para reducirlas.
Lo esencial es volver al estilo de vida saludable, en el que los niños, adolescentes y adultos vivan mejor y más años.
Todo esfuerzo es importante, pues se calcula que de no cambiar las tendencias, en el año 2025 más de mil 500 millones de personas, padecerán en el mundo hipertensión, uno de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares e infartos, la primera causa de mortalidad.
Especialistas de la Sociedad Mexicana de Cardiología, la Asociación Nacional de Cardiólogos de México y Laboratorios Sandoz, potencian la divulgación del plan de acción, en el cual destaca el hecho de que la hipertensión no presenta síntomas visibles.
El único modo de saber si se padece es consultar al médico. Por eso el Día Mundial del Corazón fue dedicado a la gente a que “conozca sus factores de riesgo”, que al final son la causa de que 17.5 millones de personas mueran en el mundo.
La inactividad física, alimentación inadecuada y tabaquismo, los cuales son las causas más frecuentes de enfermedad cardiaca y de accidente vascular cerebral.
Más de fondo
Los expertos dicen que el envejecimiento es uno de los factores de riesgo cardiovascular más importantes y que el sedentarismo contribuye significativamente a las principales complicaciones relacionadas con la edad, particularmente la obesidad, la diabetes mellitus y la hipertensión arterial.
Dejan en claro que la calidad de vida en la tercera edad depende de la inversión en salud que se haga desde la niñez, para así poder disfrutar de condiciones más saludables.
Pero hay buenas noticias y son que la actividad física activa, una dieta saludable y la suspensión del tabaco, pueden prevenir ataques cardiacos y cerebrales. Con estas medidas, ayudaremos a que nuestro corazón envejezca a un ritmo más lento.
Una dieta sana, en la cual las grasas que se ingieran sean mínimas, mientras que los granos y alimentos del reino vegetal ayuda a preservar la salud cardiaca, que recibe una carga extra con el ejercicio rutinario y una vida alejada del estrés extremo y el tabaquismo.