Las víctimas de infecciones recurrentes en la garganta sino reciben tratamiento adecuado, en el futuro puede convertirse en factor de la aparición de fiebre reumática, que afecta al corazón y a las articulaciones.
Si no son tratadas con el cuidado debido, pueden ser el detonador de la peligrosa fiebre reumática.
El invierno todavía no termina, quedan semanas de frías mañanas, horas de calor y noches gélidas, un coctel de temperaturas que propicia la aparición de infecciones de garganta, las cuales tienen como blanco predilecto a niños y ancianos.
La prevención es la mejor de las opciones, sobre todo si se tiene en cuenta que estos males pueden ser detonantes de fiebre reumática.
Las más populares afecciones en la garganta son amigdalitis o faringitis, a las que suele darse poca importancia, ya que se les considera males de temporada e incluso de la infancia.
Pero si las víctimas de estas infecciones no reciben tratamiento adecuado, en el futuro pueden convertirse en factor de la aparición de fiebre reumática, una amenaza mayor, que afecta al corazón y a las articulaciones.
Es cierto que los padres tratan de cuidar a sus hijos para que recuperen la salud rápidamente, pero no siempre siguen el camino adecuado.
Hay muchos que recurren a la automedicación o permiten el abandono del tratamiento de antibióticos, lo cual puede propiciar complicaciones. Los niños que sufren estas afecciones más de seis veces al año también están en riesgo.
Lo malo
La doctora Elizabeth Hernández Alvidrez dice que la fiebre reumática es la segunda más frecuente entre las enfermedades del corazón. Indica que la causante de la fiebre reumática es una bacteria llamada estreptococo beta-hemolítico, del grupo “A”.
Esta agresiva bacteria deteriora las estructuras de las válvulas del corazón y puede afectar otras áreas del cuerpo, como las articulaciones, sistema nervioso central, piel y vasos sanguíneos, ya que se “disfraza en la sangre”, “se burla del sistema inmunológico” y se fija en las membranas de los tejidos, afectando sus estructuras, explica.
Prevención ante todo
La especialista, jefa del Servicio de Neumología Pediátrica del Hospital General Gaudencio González Garza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dice que la fiebre reumática aparece en dos etapas. La inicial en la infancia, entre los 5 y 15 años, y la crónica afecta a partir de los 35 años, con mayor incidencia después de los 45.
Apunta que la mayoría de los casos se previenen si se atienden adecuada y oportunamente las infecciones respiratorias, que en invierno se disparan hasta en 40 por ciento.
Si las infecciones son recurrentes, más de seis al año, a cualquier edad, hay que acudir al médico para que realice estudios de sangre y un exudado de faringe, que determinarán el tipo de germen que ataca y así poder combatirlo con el medicamento adecuado.