La mayoría de los casos de accidentes son caídas y golpes en la cabeza.
Si ocurre un accidente y un niño se golpea la cabeza es conveniente llevarlo a revisión médica.
La cuenta regresiva está en marcha, todo mundo piensa en los días de vacaciones de fin de año, en el merecido descanso y las fiestas. Pero no hay que olvidar que ciertas amenazas no desaparecen en la época y que son muchos los niños expuestos a accidentes, algunos de los cuales pueden ser graves.
Los números acumulados por especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (miss) indican que 30% de los pacientes atendidos a consecuencia de accidentes son menores, de una edad promedio de 15 años.
La mayoría de los casos son caídas y golpes en la cabeza, lo cual ocurre entre pequeños de hasta dos años, que se dan cuando empiezan a caminar en forma independiente, tienen mayor libertad y caen de escaleras, azoteas o juguetes montables, por lo que se golpean en el cráneo.
Los niños en edades de los 11 a los 14 años también están identificados con un aumento de este tipo de lesiones, como puede ser por caída de bicicleta, patines y patinetas, nos alerta Fernando López, jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital Lomas Verdes.
En cuanto se sabe que ocurre un accidente de esta naturaleza es conveniente llevar a revisión médica al infante que haya sufrido un golpe en la cabeza, para que un especialista determine la magnitud de la lesión en cráneo o cerebro.
El experto nos señala que si el afectado perdió la conciencia, está desorientado o no sabe qué pasa, son detalles de alerta que indicarían que hay un problema interno.
En casos delicados, lo más frecuente es que el cerebro se inflame, lo que produce dolor de cabeza, irritabilidad y vómito.
Y aparecen hematomas intracraneales que representan mayor peligro, incluso para la vida del niño, porque el coágulo que se forma empieza a crecer paulatinamente y de no ser atendido puede ocasionar un estado de coma, advierte.
El doctor López indica que los hematomas tienen que extraerse quirúrgicamente porque crecen rápido y pueden lesionar al cerebro.
Entre los menores se dan también fracturas craneales que se hunden y penetran el cerebro, así como hemorragias, que llegan a cerrar pequeñas arterias cerebrales y causan infartos en el tejido.
Todo esto, dicen los especialistas del IMSS, ocasiona secuelas de tipo motor que pueden ser muy severas (no mover un brazo o una pierna) o de tipo cognitivo (trastornos de aprendizaje).
Visión global
Si se trata de un golpe atrás de la cabeza, en la región occipital, se presentan problemas de la vista, como visión doble o disminución de la agudeza visual.
A un paciente con traumatismo en la cabeza sin datos clínicos de riesgo, se le deben tomar placas de Rayos X y si el médico sospecha que hay una potencial complicación, debe solicitar una tomografía craneal computarizada.
Si el resultado indica que todo está normal, se mantiene al afectado en observación por ocho horas y se da de alta, para continuar un control externo en el servicio de pediatría.
