La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho estudios que dejan ver que 30% de las oficinas del mundo están “enfermas”.
La salud se encuentra amenazada por miles de bacterias, virus y otras cosas, e incluso puede ser víctima de construcciones insanas.
El pensar que se trabaja en un edificio enfermo, puede llevar a creer que ese mal se refiere a sus estructuras o incluso a su deterioro por el tiempo, ambas cosas son probables. Pero hay algo más, se trata de cuestiones que flotan en el ambiente o se esconden en los rincones, lugares insalubres de las oficinas, y son una amenaza para el bienestar de la gente.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho estudios que dejan ver que 30% de las oficinas del mundo están “enfermas”. Lo cual quiere decir que sus condiciones permiten el desarrollo de problemas de salud de quienes trabajan en ella.
Los expertos en asuntos laborales dicen que los empleados de empresas que se instalan en edificios con mala salud tienen mala calidad del aire y recomiendan que se coloquen en ellos revitalizadores para combatir la contaminación por bacterias, virus y otros agentes en espacios cerrados o con ventilación deficiente.
La situación es universal, México no escapa a la amenaza de las construcciones, la prevalencia de este fenómeno es alarmante, según nos cuenta Erick Díaz, especialista en Medicina del Trabajo del Hospital Manuel Gea González.
Oficinas y hogares “enfermos” se cuentan por miles, pueden ser hasta 40% del total.
La principal vía de contagio de enfermedades en el caso de un centro de trabajo es el aire acondicionado, ya que en la mayoría de los casos los sistemas de enfriamiento no cuentan con los filtros adecuados y lo único que hacen es dispersar las bacterias de enfermedades como la gripe (influenza), tuberculosis o la varicela en todo un edificio u hogar, explica.
Así, “si una o dos personas se enferman, el aire acondicionado se encargará de enfermar rápidamente a personas incluso de otros pisos”, asegura.
El virus de la gripe, por ejemplo, puede vivir en promedio 60 minutos expuesto al ambiente, aunque en condiciones propicias resiste hasta 24 horas, según revelan investigaciones hechas por el laboratorio de Microbiología del Hospital Juárez. Y duerme en sistemas de aire acondicionado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) llama al problema el “Síndrome del Edificio Enfermo”, se refiere a las edificaciones donde la mala calidad del aire, hacinamiento y falta de espacios abiertos ocasionan problemas como dolor de cabeza, irritación de ojos, nariz y garganta, fatiga, náuseas, somnolencia, tos seca, piel irritada y asma, inducidas principalmente por contaminación por virus de personas enfermas, ácaros, residuos fecales de aves, mascotas caseras y humo de cigarro.
Anualmente las empresas y el Instituto Mexicano del Seguro Social pagan millones por incapacidades derivadas de enfermedades adquiridas en el trabajo.
La Asociación Mexicana de Dirección de Recursos Humanos dice que los padecimientos que provocan más ausentismo son las infecciones respiratorias (gripes, resfriados, amigdalitis y alergias).
Una de las mejores maneras de evitar las oficinas, salas de juntas, sanitarios o comedores, sean espacios propicios para adquirir una enfermedad, es la colocación de revitalizadores de ambiente como el Bretehe Air Revitalizar.
La casa HoMedics dice que se trata de un revolucionario aparato que genera un poderoso torbellino de aire que atrapa el 99% de las bacterias, ácaros y virus que flotan en el aire. Filtra además el monóxido de carbono acumulado en lugares cerrados al tiempo que renueva el aire impregnándolo con aromas de aceites de la aromaterapia antiestrés.
