Cinco de cada 10 personas padecen infecciones por hongos en las uñas.
La salud de los pies es importantísima, ya que un ataque de onicomicosis puede causar molestias y afectar la autoestima.
Un cuidado adecuado de los pies los pone a salvo de problemas originados por hongos y otros pedecimientos que los daña al el grado que muchas mujeres no se atreven a calzar zapatos descubiertos, huaraches o sandalias, pues son víctimas de defectos en uñas o piel.
Los pies son una parte del cuerpo que muchas veces olvidamos y que volteamos a ver cuando por alguna circunstancia nos molestan. Seguramente por momentos en que se sufre dolor a causa de ampollas, comezón, mal olor, sudoración o alguna otra molestia.
El cuidado de los pies debe ser de lo mejor. Hay que estar pendientes de su salud: Comúnmente los pies sufren enfermedades que no se toman en cuenta, como hongos, los cuales pueden manifestarse en piel y uñas.
Al invadirse la uña, su color y textura cambian. La uña debe ser lisa, brillante, con bordes regulares; cuando es atacada por un hongo empieza a ponerse gruesa, se desbarata al tocarla y cambia a un color muy particular, amarillento o verdoso.
Cinco de cada 10 personas padecen infecciones por hongos en las uñas y “desafortunadamente acuden a tratarse cuando la infección ya es avanzada, con más de 10 años”.
El tratamiento más efectivo para erradicar el hongo de las uñas es oral, debido a que éste se encuentra en la parte interna de las uñas. El más eficaz que detiene el crecimiento y elimina el hongo desde adentro hacia fuera es Lamisil.
Algunos consejos para tener pies sanos:
Alimentación balanceada:
Consumir una dieta con las proteínas que se necesitan para el peso y la edad. Las proteínas no sólo se encuentran en la carne, sin duda las de alto valor biológico son las animales como la carne, huevo, pescado y leche.
Hábitos higiénicos:
Bañarse todos los días, asearse con jabón y secarse perfectamente entre los dedos de los pies. Los hongos están en todas partes, lo correcto es utilizar sandalias en baños y lugares públicos como gimnasios, clubes y deportivos.
Si hay hongo en la familia también es necesario usar sandalias, para no contagiar a los demás. Es necesario no utilizar los mismos zapatos o tenis dos o tres días seguidos sino alternarlos.
Se debe disminuir el uso del calzado cerrado al menor número de horas.
Es bueno que los niños, al llegar a casa, se quiten los zapatos y dejen ventilar por un rato sus pies.