Para el momento del nacimiento la primera dentición se encuentra en las arcadas, las coronas de estas piezas están casi completas, se conservan ocultas por las encías hasta que el lactante empiece su erupción dental.
La presencia paulatina de los dientes temporales, iniciará a los seis meses con la aparición de los dos incisivos centrales inferiores y terminará a los dos años y medio aproximadamente, estando presentes para este momento los veinte dientes temporales en su cavidad bucal.
El inicio de este proceso es sin duda un gran acontecimiento, primero, porque en algunos casos el bebé presenta molestias que indican que algo va a susceder en su boca, y también, porque al ir apareciendo estos dientes, el bebé cambiará de una alimentación líquida a otra en la que progresivamente se irán incorporando productos con mayor consistencia, lo cual favorecerá entre otras cosas al aprendizaje de la función masticatoria, así mismo se deberá tener muy presente la limpieza de los dientitos cada vez que el infante ingiera algún alimento.
Hoy en día se está utilizando un producto homeopático a base de chamomilla (manzanilla) para mitigar algunas de las molestias por la erupción de los dientes en el bebé.
Aconsejamos que la primera valoración odontológica de su bebé la realice entre los seis y doce meses de edad, así usted podrá obtener toda la información y orientación necesaria, sobre el cuidado, higiene y prevención de los diferentes padecimientos bucodentales, que pudiera presentar su bebé.
Finalmente le aconsejo que al igual que a la dentición permanente, demos su justa importancia a los dientes temporales, esto no sólo es necesario, es de suma importancia mantener en óptimas condiciones estas piezas dentales, no sólo por el aprendizaje de la función masticatoria, sino también, porque estos dientes actúan como guía para la erupción de los dientes permanentes, manteniendo el espacio para que éstos puedan ubicarse correctamente en el arco dentario, así mismo la importancia estética de estos dientes es indudable, su forma, color, colocación, etc. dará como resultado una armonía, que actuará positivamente en la autoestima del niño.
“Es la prevención, nuestra mayor preocupación”.
¡Hasta la próxima!
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