La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal inició una queja de oficio por la muerte de nueve jóvenes y tres servidores públicos en la discoteca News Divine. (El Universal)
Acusan a policías de bloquear las entradas del establecimiento y lanzar gases lacrimógenos.
“Ya me daban por muerta; estaba entre los que ya no se movían; volteé y había chavos, ensangrentados, morados, blancos... ya no reaccionaban. El dueño me jaló de los pies y me sacó de ahí”, relató Sandra Berenice Sánchez Coronel, tras salir del Hospital de Urgencias de La Villa.
Víctimas de un momento que nunca olvidarán, diferentes testigos presenciales de la tragedia en la discoteca New’s Divine, relataron cómo vivieron la estampida que le costó la vida a 12 personas.
Pese a la divergencia en las declaraciones ante el uso de gas lacrimógeno y disparos por parte de la Policía, la mayoría coincide en que se cometió errores en el operativo de la Unipol que contribuyeron a los lamentables hechos. “Los policías bloquearon todas las entradas, cuando ya no pudimos respirar yo perdí el conocimiento”, agregó Sandra.
Yuridia Coronel es su compañera de fiesta, con quien no fallaba cada viernes para ir a la disco y ahora abandonaba el nosocomio. Ambas mencionaron que los policías empujaban a los jóvenes y los golpeaban al salir.
La desesperación provocó que algunos se lanzaran del segundo piso a la pista principal en la planta baja, relataron. “Vi cómo caían, se lanzaban del segundo piso por desesperación, cuando se tiraban, como es puro cemento, ahí se quedaban”, relató Yuridiana.
Christian Sánchez Olvera, de 16 años, está en terapia intensiva en el Hospital de La Villa, donde fue llevado por su hermana Katia, quien durante la tragedia sólo se torció el pie. La madre, Irma Sánchez acusó a la Policía capitalina de los hechos.
Al conducir su taxi, Leonardo Amador Oropeza escuchó que algo había pasado en la discoteca donde su hijo Leonardo Amador de Rivas trabajaba como empleado de seguridad. El joven de 24 años fue uno de los 12 muertos. “Lo llevé a su trabajo, me iba diciendo que quería conseguir el certificado de la Vocacional para un mejor trabajo porque sólo le pagaban 200 pesos sin ninguna prestación”, agrega.
La madre de Leonardo, vecina de la Nueva Atzacoalco, corrió a buscarlo; quedó petrificada al ver a los muertos, pero el jalón de cabellos que le dio una policía judicial para sacarla de la zona, la hizo volver a la realidad.
“Estábamos tranquilos bailando reggaetón. Cuando se armaron los golpes, la Policía les echó gases”, contó Liliana aún con los ojos hinchados por tanto que le ha llorado a “La China”, su amiga quien murió aplastada en el New’s Divine.
Trabajaba en el equipo de seguridad, tenía dos hijos y era madre soltera.
Liliana expresó que el dueño impedía que alguien se drogara dentro de la disco. Incluso, dijo, las mujeres de seguridad “nos tocaban nuestra parte, ahí abajo para revisar que no metiéramos droga escondida”.
Acuerdan familiares de jóvenes demandar
Familiares de los jóvenes fallecidos en la tragedia ocurrida el viernes en la discoteca “News Divine”, donde murieron 12 personas tras un operativo policiaco, han acordado demandar al Gobierno del Distrito Federal al que hicieron responsable de la muerte de los jóvenes, específicamente a la Secretaría de Seguridad Pública local (SSP) capitalina.
En tanto, a las afueras del Servicio Médico Forense (Semefo) esperan que les sean entregados los cuerpos de sus hijos.
Con los rostros hinchados del dolor, del llanto y de la desvelada, esperan en medio de una gran desinformación pues varios no saben si el Gobierno les costeará los gastos funerarios.
Por ejemplo, Leonardo Amador Oropeza, padre de uno de los jóvenes que trabajaba como empleado de seguridad de dicho antro, conoce que le pagarán el embalsamiento, ataúd, traslado del cuerpo y el panteón, además de que le ayudarán con el trámite de toda la documentación.
Por el contrario la señora Leticia Morales Bravo, madre de Rafael, de 17 años, quien también murió aplastado, manifestó su indignación porque dice que le informaron que tendrá que pagar todos los servicios, “y ya nos hicieron una cuentota”.