El ex académico está preparado para los musicales. (El Universal)
El actor Carlos Rivera es una joven promesa del teatro musical. Y el productor Morris Gilbert quiere hacerlo realidad.
Rivera dice: “Poco a poco he aprendido a sacar adelante los personajes. Morris me ha llevado bien en mi carrera”.
En efecto, debutó como artista invitado en Bésame Mucho. En esa ocasión, el propio cantante admitió sus deficiencias, ya que su voz no tenía la proyección suficiente para ser un “cantante de musical”.
Un año después audicionó para La Bella y La Bestia, pero falló. Él explica: “Soy pésimo para las audiciones. Puedo hacer lo que sea, pero no me digan que haga una audición porque mi talento, poco o mucho, se esconde. Me sucede desde La Academia”.
Aquella audición sucedió así: Carlos venía de un viaje de promoción de un disco y estaba un poco enfermo. Aún así, asistió a las pruebas de voz, pero cuando le tocó su turno, los productores le pidieron que cantara algo de Gastón, el villano de la historia. Rivera se quedó mudo. Es decir, no cantó nada, porque no había preparado algo de Gastón.
Pero Morris no lo dejó caer y Rivera se empeñó en estudiar. Ahora, la temporada de La Bella y La Bestia se acerca a su final y el productor quiso tener a algunos artistas invitados. Primero fue Lola Cortés en el papel de Bella y ahora Carlos actuará como La Bestia los próximos 10 jueves.
Asimismo, la próxima semana comenzarán las audiciones para Mama Mía, musical que Ocesa espera estrenar a mediados del próximo año. Este título estaba programado para este año, pero fue postergado por ajustes de logística.
“Tenemos mucho trabajo. Apenas vamos a terminar con Bella... pero ya estamos por comenzar ensayos de Dulce Caridad, que se estrena en noviembre y tenemos las audiciones para Mama Mía y el taller de Mentiras, que es un musical de mediano formato”. Entre tantos proyectos, Gilbert no quita el dedo del renglón con Carlos: “Estoy seguro que pronto será protagonista de alguno de nuestros musicales”.