Los Vaqueros de Dallas tienen registro de ocho victorias y cinco derrotas; si pierden algún partido más podrían quedar mortalmente comprometidas sus aspiraciones de playoffs, por lo que requieren mejor desempeño de su quarterback Tony Romo. (AP)
Partido contra Gigantes llega en momento difícil para Vaqueros.
El campeón de la NFL, el tremendo rival divisional, llega para los Vaqueros en un momento incómodo.
Los problemas internos en el equipo de la estrella solitaria están en su clímax. El receptor Terrell Owens le tiene resentimiento a Tony Romo, aparentemente por celos por la relación de amistad entre el pasador y su ala cerrada, Jason Witten.
Owens siente que Romo y Witten se reúnen en privado para planear jugadas que usarán en próximos partidos; está molesto porque a él no lo incluyen.
TO se queja porque en jugadas claves, Romo busca regularmente a Witten y a él no lo toma en cuenta pese a que en varis ocasiones está descubierto.
Para muchos, su actitud es similar a la que lo llevó a tener problemas con Jeff García en San Francisco y Donovan McNabb en Filadelfia; en ambas ocasiones los equipos optaron por dejarlo ir.
“Está inseguro”, dijo un jugador de los Vaqueros que no quiso ser identificado. “Lo que más me molesta es que los problemas siempre están alrededor de él (Owens) y también que le llena la cabeza con sus ideas de supuestos favoritismos a los nuevos del equipo como Sam Hurd y Roy Williams”.
Witten lidera a los Vaqueros en recepciones, con 64, por 55 de Owens, quien, asimismo, lidera al equipo con 848 yardas por aire y nueve touchdowns. Romo y TO se han combinado para 33 touchdowns desde 2006, la cifra más alta para una pareja en ese lapso.
Desde que Romo es el pasador titular, ha completado más pases para Witten que para Owens, 201-186, pese a que el segundo tiene muchas más yardas y anotaciones.
Pero las cosas ahora parecen algo complejas. La semana pasada en Pittsburgh, en la primera posesión de los Vaqueros, Romo tiró un pase que fue interceptado pero Owens extrañamente corrió mal su ruta.
Más tarde, Romo se quedó corto en un intento de pase a Terrell que fue interceptado también. Owens se manoteó enfáticamente contra el pasador y después declaró que “no se puede ganar cuando ocurren ese tipo de errores”.
Apenas el 2 de noviembre pasado, los campeones Gigantes le pasaron por encima a los Vaqueros en East Rutherford, por 35-14, aunque sin Romo en los controles. Eli tiró tres pases de anotación y Brandon Jacobs llevó el balón 117 yardas con un touchdown.
En su camino a ganar el Super Bowl anterior frente a Nueva Inglaterra, los Gigantes fueron a ganarle a los Vaqueros en el duelo divisional por 21-17, pese a que Marion Barber corrió para 129 yardas.
Ahora, los Gigantes llegan a este partido tras una sonada derrota frente a Filadelfia que ahora los tiene apenas con diferencia de un juego respecto del segundo mejor equipo de la NFC, Carolina, en pos de la localía en todos los playoffs.