Sentencia de 2 años, 8 meses y 15 días, por el delito de lesiones calificadas, le dictó el Juzgado Tercero del Ramo Penal, a un ex profesor del Conalep que le quemó las manos a su pequeño hijo de 7 años, sólo porque se gastó 10 pesos para las tortillas.
Margarita Peralta Caballero, titular del Juzgado Penal, informa que el inculpado es Isidro Orozco González, de 32 años, con domicilio en la colonia Los Álamos, de esta ciudad.
Los hechos ocurrieron el miércoles 9 de abril de este año, cuando Nohemí Lorena Aguilar Álvarez, de 26 años, mamá del niño cuyo nombre se omite, lo mandó comprar las tortillas, pero al pasar por el lugar por donde se encuentran “las maquinitas de video juegos” el pequeño se metió a ver y no resistió las ganas de jugar.
El niño regresó más tarde a casa, temeroso de la reacción de su padre, ya que se gastó el dinero de las tortillas y no llevaba el encargo.
Tal como temía el pequeño, Isidro se enfureció y tras darle de bofetadas, lo acercó a la estufa, encendió un quemador y le puso sus manitas hasta quemarlo, ante la mirada impasible de su madre, quien no hizo nada por proteger al menor que lloraba a gritos al sentir las quemaduras, sin siquiera recibir atención médica.
Un día después, un amiguito del pequeño se dio cuenta de las quemaduras y al preguntarle, el niño le platicó lo sucedido y el amigo le contó más tarde a sus padres, quienes denunciaron los hechos.
“De acuerdo a la fracción segunda del Artículo 334 del Código Penal del Estado de Durango, con los calificativos del 336, por el parentesco y el 344 fracción primera por la superioridad física del agresor, se le dictó la sentencia por lesiones calificadas”, explica la juez.
La defensa del acusado lo amparó contra el delito de lesiones calificadas, pero le confirmaron los calificativos, aunque Isidro podría recuperar su libertad mediante el pago de una fianza.
La mujer también fue sujeta a proceso, por el delito de omisión de auxilio, pero ella recuperó de inmediato su libertad mediante el pago de una fianza.
