La PGJE se vistió de luto con la ejecución de Luis Felipe Galarza Reyes, quien murió en cumplimiento de su deber a manos de la delincuencia organizada.
Reconocen la disposición, entrega y valor de Luis Felipe Galarza Reyes
El llanto sin cesar de una niña de 14 años que no dejaba de preguntarle a su padre muerto “¿porqué te fuiste papá, porqué?, mientras que sin palabras los demás hijos del comandante Galarza, así como su madre, su esposa y familiares lloraban su partida; los compañeros del hoy occiso permanecían haciendo una valla para ver pasar el féretro, todos conmovidos con lentes negros para esconder sus ojos llorosos y el coraje en la mirada por la irreparable pérdida y la cobarde agresión en contra de un valiente policía, todo esto fue captado en el marco del homenaje que le hicieron a Luis Felipe Galarza Reyes, quien murió en el cumplimiento de su deber.
Lágrimas y vestimentas negras sobresalieron ayer en la tarde en las instalaciones de la Procuraduría estatal cuando se realizó un homenaje póstumo al comandante que fue asesinado por la delincuencia organizada cuando acababa de despedirse de su esposa y de sus hijos e iba saliendo de su casa para dirigirse a trabajar como jefe de grupo de la Dirección Estatal de Investigaciones (DEI).
LO ACOMPAÑARON HASTA EL FINAL
A las 14:00 horas de ayer arribó a las instalaciones de la Procuraduría un convoy de patrullas que resguardaban la carroza con el cuerpo del comandante Galarza, ahí elementos de la DEI y de la Policía Municipal formaron una valla para recibir el cuerpo, mientras que los familiares de Luis Felipe se colocaron en unas sillas acomodadas a los costados de donde se colocaría la caja fúnebre, para esperar las palabras de aliento de las autoridades.
Al colocar el ataúd de madera, color café, para iniciar el homenaje, rindieron guardia de honor Jesús Gutiérrez Vargas, procurador estatal, Jesús Alberto Alejo Núñez, titular de la DEI, Antonio Molina Ravelo, director de Averiguaciones Previas, y Eusebio Cepeda Solís, subsecretario general de Gobierno, para que posteriormente pasara un sinnúmero de colegas del finado de diferentes corporaciones que querían estar por última vez con el comandante.
DURO GOLPE PARA SU FAMILIA
Mientras tanto, una de las hijas del policía muerto en el cumplimiento de su deber seguía envuelta en llanto, con la cachucha de cargo de su padre en las manos, sin explicarse porqué si él luchaba para hacer el bien a la sociedad tuvo que morir de esta manera.
Acto seguido, Alejo Núñez hizo uso de la palabra para dirigirse a los familiares de Galarza y a toda la ciudadanía en general que a través de los medios de comunicación conocerían su mensaje de solidaridad ante la irreparable pérdida de Galarza Reyes.
“Esta pérdida también es nuestra, pues nosotros también somos una familia que hoy nos une más ante la desgracia y nos obliga a redoblar esfuerzos en el combate a la delincuencia”, expuso el titular de la DEI.
Dentro del discurso agregó: “Tengan ustedes hijos, padres, hermanos y la sociedad misma, la seguridad de que no claudicaremos, que no bajaremos las manos ni nos doblegaremos, por el contrario, habremos de sumar esfuerzos y voluntad para seguir trabajando y por nada permitiremos que la muerte de nuestro compañero Galarza quede impune”.
UN EXCELENTE SERVIDOR PÚBLICO
Ahí mismo reconoció a su compañero como un servidor público que siempre mostró disposición, entrega y valor en su trabajo, “compañero Galarza nos dejas un valioso legado, tu don de gente, tu espíritu de servicio y tu inquebrantable voluntad en el cumplimiento del deber”.
Por último, levantando la mirada, Alejo Núñez dijo: “Felipe Galarza el día de hoy todos tus compañeros, familiares y amigos aquí presentes te despedimos pero ten la certeza que sigues estando presente con nosotros”.
Así mismo, el comandante operativo de la DEI, Enrique Castaños, leyó la oración del policía, misma que señala lo injusta que es la sociedad hacía los agentes, ya que trabajan en ocasiones día y noche para vigilar la ciudad, sin que éstos puedan estar con sus hijos. El trabajo mal remunerado y el constante enfrentamiento con delincuentes que no les permiten asegurarle a su familia que van a regresar con vida.
Posteriormente pasaron lista a los agentes de la DEI y al mencionar el nombre del comandante Galarza, todos en un solo grito dijeron “presente”, situación que provocó que a todos los asistentes se les pusiera la piel “chinita” mientras que sus familiares no contenían el llanto.
Al término del homenaje familiares, amigos y compañeros de Galarza lo acompañaron a las honras celebradas en la Iglesia de la Sagrada Familia y posteriormente al Panteón de Oriente para darle cristiana sepultura.
