De Frente y de Perfil / Víctor Hilario González Olvera
El Siglo de Durango
Víctor Hilario González Olvera
Oficio: Aseador de calzado
Edad: 40 años
Estado civil: Casado
Escolaridad: Secundaria
Familia: Esposa y dos hijas
Zapatos lutrados para un caminar limpio
“A veces la gente viene “agüitada” y le saca uno plática. A veces les servimos de paño de lágrimas”
“Layo” o “Layito” son los sobrenombres de Víctor Hilario González Olvera, y es como lo reconocen desde hace más de diez años en la Plaza de Armas, lugar donde abandera la bolería “Dios es mi Guía”.
La bolería en la que hoy trabaja es un negocio familiar y es un encargo que ama. Por eso la gente le conoce y le estima. A su negocio acude el gobernador Ismael Hernández Deras, también diputados, regidores y reconocidos políticos. A veces le mandan el calzado para que lo lustre, todo depende del trabajo que ellos tengan, si van o no.
En ocasiones le va bien, otras no, pero por lo general atiende un promedio de 15 personas por día y a cada uno le cobra 15 pesos. Su trabajo comienza desde las 9:00 de la mañana y termina ya en la tarde. A esta labor le ayudan sus hermanos y a veces su padre, que en ocasiones se da la vuelta por el negocio, como para recordar viejos tiempos.
¿Desde hace cuánto tiene esta bolería?
Desde hace unos 25 años. De hecho mi padre era el que trabajaba aquí, pero ya está cansado y ahora nosotros sacamos a “flote” el negocio.
¿A qué le atribuye que tenga mucha clientela?
No tiene qué ver la técnica, sino el amor al trabajo, la atención, el buen servicio y el trato que se le da a la gente. Por lo general se la lleva uno platicando mientras le lustra el calzado. A veces la gente viene “agüitada” y le saca uno plática. A veces les servimos de paño de lágrimas, pues la gente trae sus problemas y nos cuenta lo que les pasa. Por lo general traen problemas familiares o en su trabajo y aquí se desahogan. Es más, otros traen problemas de alcoholismo… lo que hace uno es escucharlos y animarlos y les doy palabras de aliento.
¿A qué tipo de gente atiende?
Pues de todo tipo y de todas clases sociales. Aquí también vienen políticos. Antes venía el Gobernador, pero ahora ya casi no, porque cuando lo hacía, mucha gente se le acercaba a pedirle muchas cosas y no lo dejaban que disfrutara asearse el calzado. Hasta nosotros nos sentimos mal. Ahora manda su calzado y se lo preparamos. También vienen otras personalidades, como el rector de la UJED, Rubén Calderón Luján, también vienen diputados y regidores y otros funcionarios y ex funcionarios como Esteban Villegas, diputado con licencia; Francisco Ávila Cabada, diputado; José Miguel Castro Carrillo, ex secretario de Gobierno, y muchos más. A veces tenemos muchos clientes y nos esperan, no se van a otro lado a que los atiendan. Eso lo agradecemos mucho, pues sabemos que nos prefieren por muchas cosas.
¿Y le dejan propinas?
Bueno, cuando venía el Gobernador sí, pero ahora si los escoltas traen el calzado nada más nos pagan los 15 pesos. Son más ‘agarrados’. Los otros sí. En realidad nosotros nada más les cobramos lo que cuesta nuestro trabajo, ya de ellos depende si consideran que pueda haber un estímulo.
¿Qué metas tiene en la vida?
Lo más importante es que no le falte nada a mi familia. En lo personal estoy estudiando la secundaria, pero nada más termino y le sigo con el bachillerato. Lo más importante es servir a Dios, así que tengo que esperar para ver qué es lo que me tiene preparado y ver cuál es su voluntad.
¿Y cuál es su voluntad?
Pues la que marca la Biblia, lo que marcan los mandamientos. Es posible que me siga al estudio de la palabra de Dios y a lo mejor me mandan a otro lado… no lo sé, tengo que esperar su voluntad.
¿Y atiende a mujeres?
Sí. Ahora es más común dar el servicio a las mujeres, pero antes, hace algunos años era muy extraño. Incluso la gente se les quedaba viendo. Nosotros mismos nos sentíamos raros, pero ya con el tiempo nosotros y la sociedad lo hemos aceptado, así que ya lo vemos como normal.
