Que todo lo absorben.
Que todo lo asimilan.
Que todo lo retienen.
Son esos seres pequeñitos que crecen en casa, a su lado.
Hacen como que juegan, pero están atentos a lo que usted hace, y sobre todo a lo que dice.
Y en su cabecita se queda todo, lo bueno y lo malo.
Tómelo en cuenta, para que sea cuidadoso con esas primeras enseñanzas que les está dando a sus hijos, a sus nietos o a los que viven y crecen junto a usted.
Si usted se expresa bien, si usa palabras amables, y si su trato con los demás es respetuoso, ésa será su enseñanza.
Lo mismo que si emplea palabras altisonantes y vocabulario inadecuado, incluso actos violentos.
Esos niños todo lo asimilan, y su formación irá siendo la que usted les proporcione.
Igualmente si usted estalla fácilmente, a ellos se les hará común hacerlo mientras van creciendo.
Las primeras enseñanzas tienen efectos importantes en cada ser.
Por ello se recomienda a los padres jóvenes, y de poca experiencia, tener en cuenta cada acción, y cada palabra que se utiliza frente a los niños.
Se dice que incluso, antes de nacer, el pequeño que está por llegar a este mundo va asimilando todo lo que sus padres le proporcionan en cuanto a trato, tranquilidad o brusquedades.
Desde su concepción, un niño requiere de amor, tranquilidad, buenos tratos.
Ayude a tener un mundo mejor, mientras con más cuidado y cariño trate a quienes crecen a su lado.