Hoy día, es común escuchar una frase que se hace cada día más popular.
Estoy a dieta.
Así se expresan muchas jóvenes, solteras unas, casadas otras. Son ellas las que van ganándole la carrera de bajar de peso a los hombres, pues éstos son más descuidados y menos preocupados por su apariencia física.
Las dietas son buenas, pero cuidado con ellas, porque también pueden resultar muy perjudiciales si no son controladas por nutriólogos capacitados para decir qué es bueno y qué es malo en lo referente a la alimentación.
Todo mundo que anhela bajar de peso, piensa que lo puede hacer de la noche a la mañana, con sólo decidirse a no comer o comer menos. Nada más incorrecto.
Bajar de peso, en forma apropiada, es un proceso lento y continuado, sin pausas que permitan los famosos atracones de comida. El tener éxito depende de la fuerza de voluntad de los pretendientes, y de una voluntad férrea y sostenida.
El mismo gobierno, a través de sus departamentos de salubridad en todo el país, está ahora avocado a conseguir un millón de kilos fuera de los mexicanos gorditos que así lo deseen.
Entregan la dieta de cada día por dos meses y esperan gran éxito al comprobar que son muchos los que ya no quieren estropear sillas, camas, bancos y básculas.
¿Cuál es la dieta ideal? Preguntan todos.
Hay quienes bajan de peso por un tiempo, y que después vuelven a las andadas en las comelitonas y con ello vuelven a ganar kilos.
Conforme avanzamos en la edad, menos alimento necesitamos, sobre todo del llamado chatarra, pero es difícil decirle adiós a las enchiladas, a las gorditas, a los tacos surtidos y a las carnitas.
Y mire usted que el sobrepeso trae aparejadas muchas enfermedades, como le hipertensión, la diabetes, los problemas gastrointestinales, etc., etc.
Por bien de su salud, de su apariencia, de su bienestar, coma solamente lo que necesita su organismo y haga un poco de ejercicio. Su apariencia mejorará y su vida también.
