Algunos son imborrables, se quedan para siempre.
Uno de ellos nos ubica en Parras de la Fuente, la apacible y mágica ciudad escondida entre nogales junto al Santos Madero.
Bajo la sombra de los árboles está de nuevo el compadre Juan Carlos Lamas.
Lo acompaña su inseparable cigarrillo y su vena bohemia.
Y nos dice:
Escuche usted ahora esta nueva versión que tengo de mi canción favorita, la que es para mí como el himno de mi vida, especialmente ahora que la salud ya no quiere estar a mi lado.
Y en la grabadora que está cerca se escuchan las notas de “A Mi Manera”, esa canción que compusiera Fred Brott y que hiciera tan famosa Paul Anka.
El final, se acerca ya, lo esperaré serenamente,
ya ves, yo he sido así te lo diré sinceramente
viví la intensidad, sin conocer jamás fronteras
jugué sin descansar, a mi manera...
Cerca, el profesor Rafael Castañeda toma nota. Algo deja en el papel como queriendo atrapar el tiempo que se va, para nunca jamás volver.
El aire fresco que se pasea a sus anchas a nuestro lado nos hace pensar en el maestro Juan Contreras quien nos dijo una vez: Este clima que tenemos aquí, es lo único que no han podido llevarse los saqueadores que hemos padecido.
Y todo son recuerdos. El compadre Juan Carlos ya no está, tampoco el profesor Contreras, solamente el profesor Rafael Castañeda sigue tomando notas y enviando sus apuntes para publicarlos aquí cada domingo.