La pregunta nos tomó de sorpresa a todos.
Andábamos por los diez años de edad, y en la escuela primaria, el profesor, después de deleitarnos con un cuento, que todavía comentábamos, nos lanzó esa pregunta.
A esa edad en la que estábamos no pensábamos en otras cosas que aprender y jugar, pero eso de triunfar nos sacó de onda.
Y podemos decir, ahora que han pasado los años, que ese día empezó a cambiar nuestra vida, pues de pronto nos sentimos mayores, y con más responsabilidades, y aparecieron las ganas de triunfar en la vida.
De aquéllos que estuvimos en esa clase, algunos salieron a estudiar fuera, otros nos quedamos por poco tiempo, pero muchos lograron cosas importantes en la vida.
Y el otro día, a nuestro nieto mayor, le hicimos la misma pregunta, aunque él apenas tiene seis años.
Se quedó sorprendido, y nos pidió le explicáramos qué es triunfar.
Esta columna la leen muchas amas de casa, muchos jóvenes estudiantes, y le aseguro que todos quieren triunfar, ellas como esposas y madres, compañeras y apoyo de sus hijos, ellos como estudiantes que un día tendrán la oportunidad de ser personajes importantes de su familia y su comunidad.
Triunfar no es fácil, es el premio de muchos esfuerzos, de no darse nunca por vencido, de levantarse cada mañana con el deseo de subir el Everest y alcanzar las estrellas.
El éxito está reservado para unos cuantos, por eso hoy mismo empiece el camino hacia las alturas, con más dedicación y empeño.
Hoy es el día, mañana será demasiado tarde.