Dos señores de madura edad estaban en una banca del parque. Veían a las lindas chicas que pasaban airosas y muy seguras de sí mismas. Le comenta uno al otro con tristeza. "¡Qué lástima, compadre! ¡Ellas en plena revolución sexual, y nosotros ya sin parque!"... Un hombre lloraba desconsoladamente echado de bruces sobre una tumba en el panteón. Clamaba con desesperación una y otra vez, profiriendo gemidos lastimeros: "¿Por qué te fuiste? ¿Por qué te fuiste?". Un señor que pasaba le pregunta, compasivo: "¿Es la tumba de su esposa?". "No -responde el individuo sin dejar de sollozar-. Es la tumba de su primer marido"... En el bar una mujer le dice a su vecino de asiento en la barra, al tiempo que se quitaba los lentes: "¡Mira! ¡Cuando me quito los anteojos te ves medio guapo!". El tipo, quitándose los suyos, le contesta: "¡Y mira! ¡Cuando me quito los míos te ves medio decente!"... Babalucas entró en una tlapalería -para mis lectores en el extranjero, tienda donde se venden pinturas, materiales eléctricos, etcétera- y le preguntó al encargado si podía prestarle un alambre para hacer un gancho y tratar de quitar el seguro a la puerta de su coche para abrirla, pues había dejado las llaves adentro. El empleado no sólo le proporcionó el alambre, sino además le hizo el gancho. Salió Babalucas, pues, y al poco rato el de la tlapalería salió a ver si ya había podido abrir la puerta. Vio al tonto roque batallando para poner el gancho en el seguro de la puerta, y oyó desde el interior del coche la voz de su señora: "No, un poco más a la derecha... Un poco más..."... El cuento que ahora sigue no les va a gustar a las feministas. El niño le pregunta a su papá, sujeto rudo y desconsiderado: "Papi: ¿por qué las novias se casan con vestido blanco?". Responde el torvo individuo con voz hosca: "Porque todos los aparatos domésticos vienen en ese color"... Y el chiste que sigue ahora no les va a gustar a los machistas. Una joven mujer cambió de sexo, y se hizo hombre. Una amiga le preguntó: "¿No te dolió la operación?". "Realmente no -responde la ex mujer-. La única molestia que sentí fue cuando me sacaron la mitad del cerebro para convertirme en hombre"... Dos sujetos estaban casados con dos mujeres atletas especializadas en carreras de obstáculos. Cierto día uno se quejó con su amigo de que su esposa -la del quejoso, no la del amigo- no mostraba interés en la cuestión sexual: durante el acto de amor se comportaba apática, poco participante, indiferente. "Haz lo que yo -le recomienda el otro-. Mi esposa, como la tuya, es atleta corredora. Cuando hago el amor con ella me coloco en posición y luego disparo la pistola de salida. Al oír ese ruido ella, por instinto reflejo, empieza a moverse con gran velocidad, y eso le da al acto amoroso una movilidad muy grande". El otro dijo que pondría en práctica aquel método. Unos días después el amigo le preguntó cómo le había ido con lo de la pistola. "Muy mal -se queja el individuo-. Me puse en posición y disparé. Y un tipo salió del clóset con los brazos en alto"... Una viejecita iba por el camino rural en un carrito tirado por un caballo. El sheriff la detiene y le dice: "Uno de los faroles del coche está quebrado". Responde la ancianita: "Le diré a mi esposo que le ponga otro". Prosigue el sheriff: "Dígale también que le quite esa rienda enredada a los testículos del caballo. Lo pueden acusar de crueldad contra los animales". Al llegar a su casa la ancianita le comunicó a su esposo lo que el oficial le había dicho: que le cambiara el farolito al coche. Pregunta el viejecito: "Y ¿qué más te dijo?". Responde la viejita. "Ya no me acuerdo. Algo relacionado con la rienda de alta velocidad"... FIN.