La hija de Babalucas le comunicó: "Papá: perdí mi virginidad". Sugiere Babalucas: "¿Ya buscaste abajo de la cama?"... Un señor de edad más que madura lloraba desconsoladamente en una esquina. Se detiene un transeúnte y le pregunta: "¿Le sucede algo, señor? ¿Puedo ayudarlo?". Responde el veterano: "¡Soy el hombre más desdichado de la Tierra! Conocí a una hermosa muchacha de 30 años. Me enamoré de ella, y ella también se enamoró de mí sinceramente. Nos casamos, y resultó ser la mejor mujer del mundo. En la cama es fantástica, tanto que me hizo recobrar mi juventud. Además es excelente ama de casa; me espera cada día con manjares suculentos. Cuando llego en las tardes a la casa me llena de ternuras y cuidados; luego cenamos mejor que en el más caro restorán, y por último vamos a la alcoba a disfrutar de nuestra intimidad. Ahora mismo sé que me está esperando con ansiedad y amor. ¡Soy el hombre más desdichado de la Tierra!". "Pero, señor -se desconcierta el transeúnte-. ¿Por qué es usted tan desdichado, teniendo en su casa ese tesoro?". Responde el otro, sollozando: "¡Es que no puedo recordar en dónde vivo!"... El cliente del restorán pidió la cuenta. Al recibirla llama al gerente y le dice: "Espero que me haga un descuento de colega". Pregunta el hombre: "¿También es usted restaurantero?". "No, -contesta el cliente-. También soy ratero"... Un ecologista es alguien que tras oír el relato de la tragedia del Titanic pregunta ásperamente: "¿Y qué daños sufrió el iceberg?". Las autoridades federales detuvieron durante varios meses la construcción de la nueva carretera entre Saltillo y Monterrey. Lo hicieron por exigencia de algunos grupos conservacionistas que no querían que sufrieran daño ciertas especies vegetales que hay en el sitio por donde el trazo pasará. En ese tiempo varias vidas humanas se perdieron, y muy posiblemente otras se perdarán a causa del retraso en los trabajos. El último accidente habido en la actual vía, que no puede ya con el intenso tráfico, fue un choque en que participaron 40 vehículos. Una persona murió, y decenas resultaron heridas, algunas de suma gravedad. Preguntarán ciertos ecologistas: "Y ¿alguna plantita sufrió daño?". Cuando no hay poses ni extremismos se puede conciliar la protección a la naturaleza con el bienestar del hombre. Cuando se es fanático, o se tienen ansias de protagonismo, esos dos valores no se pueden conciliar. Si hay conflicto se debe optar siempre por el bien mayor. En el caso que cito el bien más grande es la protección de las vidas humanas... Maggie McTavish y Jock McCock, jóvenes escoceses de las Highlands, salieron a pasear una noche por el campo en las cercanías de Haddington. Ella llevaba un vestido con los colores de su clan; él lucía con orgullo su kilt, la típica faldita de los escoceses. Había luna llena; soplaba una suave brisa aromada de hierbas y de flores, y a lo lejos se oía música de gaitas. De pronto Maggie le dice a su galán: "¿Verdad, Jock, que sientes ganas de tomarme de la mano?". "¡Sí, Maggie! -se emociona él-. ¿Cómo lo supiste?" Responde ella con una sonrisa ensoñadora: "Por la luz en tu mirada". Y así diciendo puso su blanca mano en la recia de McCock (en la recia mano, digo). A poco de andar le dice: "¿Verdad, Jock, que sientes ganas de besarme?". "¡Si, Maggie -exclama con vehemencia el mocetón-. ¿Cómo lo supiste?". Replica ella sonriendo con ternura: "Por la luz en tu mirada". Un largo y apasionado beso los unió. Siguieron caminando. Ella se detiene de súbito y le dice: "¿Verdad, Jock, que sientes ganas de hacerme el amor?". "¡Sí! -profiere él con acezante voz-. ¿Cómo lo supiste? ¿Por la luz en mi mirada?". "No -responde Maggie-. Por tu falda levantada". (No le entendí)... FIN.