Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

DE POLÍTICA Y COSAS PEORES

CATÓN

Don Wormilio fue a una conferencia. Dijo el conferencista que el hombre casado ha de serle fiel a su mujer hasta en el pensamiento. Lleno de contrición, atribulado, fue don Wormilio con su esposa y le confesó, sinceramente arrepentido: “Estoy avergonzado, Viperina. Quiero que sepas que cuando te hago el amor siempre pienso que se lo estoy haciendo a otra mujer”. La señora estalla en llanto. “¡Cómo eres malo, Wormilio! ¡Y yo, que cuando estoy haciendo el amor con otro hombre siempre procuro pensar que lo estoy haciendo contigo!”... El conde Drácula se aparta por fin de la doncella, que queda desfallecida en el lecho, exangüe, agotada, feble, exánime, aniquilada. Le dice Drácula con una siniestra sonrisa de satisfacción: “Y da gracias, preciosa, de que esta noche no traía ganas de sangre”... Le recuerda el marido a su señora: “Ligeria: hace tres años prometiste amarme, honrarme, respetarme, obedecerme, cuidarme, protegerme, asistirme en las horas difíciles, cuidar del manejo de mi casa, administrar bien el fruto de mi trabajo y serme fiel. Ahora que te conozco, y a estas alturas, con una sola de esas cosas me conformo”... Se casó Babalucas. Cuando los recién casados llegaron a la suite nupcial, Babalucas de inmediato se dirigió al baño. Su mujercita, agradecida por aquella discreción, se desvistió, se puso un vaporoso negligé y se acomodó en el tálamo nupcial dispuesta al amoroso trance que consumaría las bodas. Sale Babalucas, ve a su mujercita en aquella gentil disposición y le pregunta con asombro: “¿Qué haces en la cama? ¡No me digas que ya te vas a dormir! ¡Todavía no hemos ido a cenar!”... Un muchacho tenía tres amigas, y no sabía con cuál de las tres casarse. A fin de decidir entre ellas le dio a cada una 10 mil pesos, y les dijo que podían hacer con el dinero lo que quisieran. La primera se lo gastó todo en maquillajes, vestidos y zapatos. “Quiero verme más bella para ti” -le dijo. La segunda se gastó el dinero en regalos carísimos para él. “Quiero que veas que todo lo mío es tuyo” -le explicó. La tercera invirtió el dinero en un negocio provechoso, y le devolvió 20 mil pesos. “Quiero que sepas que tu dinero lo duplicaré” -le aseguró. ¿Con cuál de las tres se casó el muchacho? Respuesta: Con la más buenota, claro... En la farmacia un viejecito le pide al encargado: “Déme un frasco de Viagra, por favor. Recibiré esta noche la visita de una dama, y no quiero quedar mal”. Al día siguiente llega otra vez el ancianito. “Déme un frasco de linimento para el brazo -pide-. La mujer nunca llegó”... (No le entendí)... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 339508

elsiglo.mx