La romántica chica le dice a su galán: “Cuando me besas, Libidiano, siento que me das una cucharadita de amor”. Le anuncia él: “Pues entonces agárrate, Susiflor, porque ahí voy con la pala”... Babalucas, la lengua en el carrillo como hacen los escolares cuando se concentran para escribir, se afanaba en la ventanilla del banco en poner muchas veces el número 2 en la parte de atrás de un cheque. “¿Qué hace usted, señor?” -le pregunta con extrañeza la cajera. Babalucas le responde, molesto: “¿No me dijiste que endosara el cheque?”... La criadita estaba platicando en la puerta con una amiga. En eso sale la señora de la casa. Iba pintada y perfumada; vestía medias de malla, falda abierta por un lado y bolso de lentejuela. Le ordena la mujer a la mucama: “Mary Thorn: si alguien viene a buscarme le dices que fui de compras”. Cuando se aleja la señora la criadita le dice a su amiga: “Son mentiras. Va de ventas”... Dos amigos viajaron a la foresta canadiense, pues querían cazar un alce. Dispusieron un plan que no les fallaría: se compraron un disfraz de alce hembra, y metidos en él fueron a donde el alce solía andar. Idearon que cuando el alce se acercara ellos saldrían del disfraz y le dispararían. En efecto, no tardó el alce en aparecer. El cazador que iba en la parte trasera del disfraz, encargado de abrirlo, le dice con angustia a su compañero: “¡El zipper se atoró! ¡No podremos salir a dispararle al alce! ¿Qué hacemos?”. Responde el otro: “Yo haré como que estoy comiendo la hierbita, y tú prepárate”. (Nota: El alce que ya llegaba era el más grande que se había avistado en la provincia de Alberta)... No sé si la comparación sea adecuada, pero hay quienes afirman que en relación con el petróleo la situación de México es la misma de aquél que tiene una enorme y profunda alberca llena de agua con sólo dos o tres pequeños popotes para extraerla. (A mis lectores en otros países les diré que “popote” -del nahua “popotl”, tallo hueco y delgado de algunas plantas- es el nombre que en México recibe la pajilla con que se absorbe el líquido de un vaso). Yo pregunto: si en verdad PEMEX tiene capacidad, como se dice, para sacar el petróleo aun de aguas profundas ¿por qué hasta ahora no lo ha hecho? Ciertamente de PEMEX salen cuantiosísimos recursos por concepto de tributación sin los cuales el País no podría funcionar. Si esos recursos, opinan algunos, se aplicaran a fortalecer la empresa, PEMEX podría crecer y aprovechar ese petróleo. Pero resulta que las exploraciones para encontrarlo, y los trabajos para extraerlo, no son cuestión meramente de dinero: implican la posesión y empleo de una tecnología costosa y complicada. Habrá que preguntar también si disponemos de esa tecnología y de los elementos necesarios para ponerla en operación. Ni la Constitución General de la República ni las leyes secundarias proscriben la inversión privada, nacional o extranjera, para aprovechar cabalmente el recurso petrolero. Debemos actuar de inmediato para poder llegar a ese petróleo antes de que el futuro nos alcance. Ese futuro, sin petróleo, se ve muy amenazador... En la luna de miel el flamante marido, futbolista él, hacía objeto a su mujercita de apasionadas demostraciones amorosas. En el trance ella levantaba la mano una y otra vez. Pensó el novio que aquel ademán era un movimiento provocado por la ardiente ocasión y por el éxtasis, de modo que siguió con sus vehementes expansiones. Pero como la muchacha seguía levantando la mano, le preguntó el futbolista, ya extrañado: “¿Por qué levantas la mano tantas veces, Rosibel?”. Responde ella: “Porque estás fuera de lugar”... (No le entendí).... FIN.