La gente se asombraba al escuchar una voz que salía de un montón de cemento. Repetía esa voz con insistencia: "¡Tizna a tu madre, genio! ¡Tizna a tu madre, genio!". Un señor, intrigado por aquellas palabras sonorosas, preguntó en voz alta dirigiéndose al cemento: "¿A qué genio te refieres?". Responde la misteriosa voz: "A uno que no sabe ortografía. Me dijo ese genio que me cumpliría un deseo. ¡Y yo le pedí que me convirtiera en un semental!"... Babalucas consiguió empleo de agente de tránsito. En su primer día de trabajo detuvo a un automovilista que se pasó un alto, y le pidió que le mostrara su licencia de manejar. El tipo no la traía. Para salir del trance sacó un billete de 50 pesos y se lo puso en la mano a Babalucas. Lo mira el tonto roque, se lo devuelve al conductor y le dice con severidad: "Está bien, Morelos: la próxima vez ten más cuidado"... En medio de los jadeos acezantes, ingentes contorsiones, extáticos deliquios y urentes suspiros anhelosos que caracterizan al acto supremo del amor, la guapa señora alcanzó a decirle al joven médico: "Ha de perdonar mi desconcierto inicial, doctor, pero yo siempre había creído que la fecundación artificial se hacía artificialmente”... Han vuelto a su cauce normal las relaciones entre Cuba y México, después del daño grande que las torpezas de Vicente Fox causaron a nuestro trato con ese país hermano al que nos unen tantos vínculos de historia y amistad. Quizá no esté lejano el día en que Felipe Calderón visite la Isla y sea recibido allá como el pueblo de Martí recibe siempre a los mexicanos: con alegría y afecto. Las exportaciones de México hacia Cuba seguramente crecerán, lo mismo que el intercambio cultural y deportivo entre las dos naciones. (Dicho sea entre paréntesis, el Gobernador de mi natal Coahuila, profesor Humberto Moreira Valdés, se adelantó a eso: desde hace tiempo delegaciones de coahuilenses han ido a Cuba a presentar diversas muestras de la rica cultura del Estado, y a Coahuila han llegado grupos de cubanos con valiosas aportaciones artísticas y culturales). Es bueno que nuestro trato diplomático con Cuba se haya regularizado. Por encima de toda ideología está el cariño mutuo que cubanos y mexicanos se profesan. Ojalá podamos celebrar juntos alguna vez, allá, la fiesta de la libertad y de la democracia; acá, la fiesta de la justicia... En una reunión social el señor de la casa le dice a la señora que lucía escote pronunciado: “Trae usted escote de telenovela”. “¿Por qué?” -pregunta ella. Explica el señor: “Quisiera uno ver lo que sigue”... Tres amigas que tenían algún tiempo de no verse acordaron juntarse para merendar. Ya reunidas, cada una dijo cómo le había ido. “A mí muy bien -declara la primera-. Me casé; tengo dos hijos, y aunque nunca estamos sobrados de dinero mi marido y yo somos muy felices”. Cuenta la segunda: “A mí tampoco me ha ido tan mal. Puse un negocito, y por más que siempre ando con apuros económicos creo que saldré adelante”. “Entonces -dice orgullosa la tercera-, a mí me ha ido bastante mejor que a ustedes. No me he casado ni he puesto ningún negocio, pero tengo una buena chequera. Cuando me gusta un vestido, uso mi chequera. Cuando quiero un collar, uso mi chequera. Cuando se me antoja un perfume, uso mi chequera”. En eso hace un movimiento brusco y la ceniza de su cigarrillo le cae en el regazo. “Ten cuidado -le advierte una de las amigas-, no se te vaya a quemar la chequera”... FIN.
