Urbanio, joven de la ciudad, fue a pasar sus vacaciones en el campo. Ahí conoció a Bucolina, zagala pizpireta. Salieron a dar un paseo, y al regresar le dice él: "Me gustaría verte más”. "¡Ah, no! -protesta la muchacha-. ¡Ya te enseñé bastante!”... Pelagia fue con un especialista en depilación. "Como usted ve -le dice-, tengo mucho vello en las piernas”. El tipo la revisa y luego le da su opinión. "No se lo puedo quitar -le indica-. Es demasiado. Pero puedo hacerle la permanente”... Comentaba una señora: "A mi marido le digo ‘El Jabón Neutro’. No tiene ningún ingrediente activo"... Babalucas se casó con una viuda. Después les contaba a sus amigos: "A la luna de miel fui solo”. Preguntan ellos extrañados: “¿Por qué?”. “Bueno -explica el tonto roque-. Ella ya había pasado por todo eso"... La esposa del profesor Tapial, señor que era algo sordo, dio a luz un robusto hijo. Por los mismos días el profesor publicó un libro. Alguien lo felicitó en la calle: "Felicidades por su hijo, profesor". "Gracias -responde el duro de oído-. No habría podido hacerlo sin la ayuda de todos mis alumnos"... Le dice un tipo a otro: "En la playa puedes ver dos clases de muchachas: las que dicen que los trajes de baño que dejan ver las pompas son inmorales, y las que tienen buenas pompas”. (Se ha dicho que antes para verle las pompas a una chica tenías que apartarle el calzoncito. Ahora para verle el calzoncito tienes que apartarle las pompas”... En Cuba, que está tan cerca de nosotros, se encuentran alimentos procedentes de países europeos como Holanda y España. No es posible hallar, en cambio, alimentos procesados en México. Ahora que hemos vuelto a tener relaciones diplomáticas normales con Cuba sería bueno promover el comercio mexicano en la Isla. El dinero no tiene ideologías, y mal hacemos al no aprovechar ese mercado. Desde hace años algunos mexicanos han tenido tratos de negocios en la Isla, y la mayoría ha mostrado resultados satisfactorios. Usemos las buenas relaciones que hoy tenemos con ese pueblo hermano para ofrecerle nuestros productos. Ésa es no sólo labor de buen comercio y de diplomacia buena: es también tarea de buena voluntad... Monterio Rástrez, torero llamado "Er Niño der Pitón Lacio”, llegó a su casa y encontró a su mujer muy nerviosa en la recámara. No se detuvo a averiguar la causa: el matador traía ardientes ansias amorosas. "¡Vamos, Curra! -le dice a su señora-. ¡Te voy a hacer una faena que ni Ponce!”. En la amorosa lid estaba el diestro cuando acertó a volver la vista arriba. Sobre el cortinero estaba trepado un individuo. "¿Quién es ése, Currilla?” -pregunta el matador a su mujer. Responde ésta muy apurada: "Es alguien que está en el cielo y se asoma a verte torear”... En el tálamo conyugal la mujer del jefe indio le dice con disgusto: "Ya sé que tienes que hacer honor a tu nombre, Toro Sentado; pero también hay otras posiciones"... Sigue ahora un chiste de color subido. Las personas pudibundas deben saltarse hasta donde dice: FIN... La joven dentista le extrajo la muela a aquel señor. Al revisarla observó que de la muela pendían de un largo hilo dos pequeñas esferas. Las examina con cuidado y luego dice muy preocupada a su paciente: "Me temo que estamos en problemas, señor. La muela tenía una raíz demasiado profunda”... FIN.